Ciencia: Beneficios de los abrazos para la salud

¿Sabías que un abrazo reporta mucho más que tranquilidad? Dar y recibir abrazos, dejarse rodear por los brazos de otra persona durante al menos 20 segundos, reporta bienestar físico y mental, con sorprendentes beneficios avalados por la ciencia como para animarnos a dar abrazos. Entre las diversas investigaciones realizadas sobre los beneficios del contacto físico, un estudio de la Universidad DePauw (Indiana) constató que los abrazos generan que el cerebro produzca oxitocina, dopamina y serotonina en una mayor cantidad, las hormonas relacionadas con la sensación de bienestar y placer. Pero hay más beneficios, algunos de ellos inesperados. Descúbrelos.

Por qué es importante dar abrazos
Abrazarse cada día es una forma fácil y sencilla de mejorar nuestro bienestar. Además, probarlo no te costará nada, descubriendo que la sensación de relajación y tranquilidad es mucho más que una apreciación subjetiva. Estos son los beneficios que reportan los abrazos.

Mejora la confianza y seguridad

Los abrazos, especialmente en situaciones de tensión emocional, nos ayudan a reducir las preocupaciones y los miedos y a ganar en confianza y seguridad. No solo dar un abrazo, sino un gesto tan sencillo como coger la mano de una persona preocupada ayuda a reducir su tensión y ansiedad.

Reduce la presión arterial

Al recibir un abrazo uno se siente mejor casi de manera inmediata. En otras palabras, el abrazo es un buen detonante para que nuestro organismo recupere el equilibrio. Los abrazos ayudan a reducir la presión arterial y el ritmo cardíaco, lo que se traduce en menos riesgos cardiosables. Un estudio realizado en la Universidad de Carolina del Norte determinó que las personas menos propensas a recibir o dar abrazos tenían un ritmo cardíaco mayor, en torno a 5 latidos por minuto más que aquellas que reciben o dan abrazos de manera frecuente.

Reduce el estrés

De igual manera, también se atribuye a los abrazos el efecto de reducir los niveles de cortisol, la hormona del estrés.

Protege el sistema inmunológico

El estrés, la ansiedad, las preocupaciones… todo pasa factura a la salud y, además de robarnos energía, debilita nuestras defensas, haciéndonos más vulnerables a padecer infecciones. Para compensarlo, unos cuantos abrazos al día.

Oxigena el organismo

Otro de los efectos de los abrazos es que el organismo genera más hemoglobina, proteína cuya función es distribuir el oxígeno. Al sentirse regenerado el organismo, esto se traduce en mayor energía y vitalidad.

Protege del insomnio

Sí, también ayudan a dormir mejor. Tal y como hemos señalado anteriormente, los abrazos provocan un aumento de la producción de las hormonas relacionadas con la sensación de bienestar, como la serotonina, y eso hace que el estrés se reduzca y durmamos mejor.

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