Cáncer de pulmón: ¿Por qué deja de responder el tratamiento? La responsable se llama AXL, una proteína que no solo es capaz de hacer más resistentes a los tumores, sino que activa la proliferación de células tumorales y con ello los riesgos de desarrollar metástasis. Una proteína que no solo está detrás del cáncer de pulmón, también de otros como el tumor de mama, hígado o próstata. Sin embargo, los investigadores han querido centrarse en uno de los cánceres de diagnóstico más temido y el resultado es muy esperanzador para mejorar los tratamientos actuales.
Aplacar o combatir a una proteína llamada AXL. Es el nombre por el que se conoce a la proteína responsable de que algunos pacientes diagnosticados de cáncer de pulmón no respondan al tratamiento como se esperaba. Esta proteína, identificada por los investigadores en lo que se considera uno de los hallazgos más importantes para mejorar el tratamiento de uno de los tumores más temidos, es la responsable de las reacciones que se producen en las células tumorales y que conllevan su proliferación y el aumento del riesgo de padecer metástasis. El cáncer de pulmón es, junto al cáncer de mama, uno de los más letales para la mujer. Y se da la particularidad de que esta proteína también está presente en el desarrollo de otros tumores, tanto de mama como de hígado o de próstata.
La respuesta a por qué determinados tumores son capaces de escapar al control de los tratamientos viene de la mano de un grupo de investigadores españoles, coordinados por el presidente del Grupo Español de Cáncer de Pulmón, con la colaboración de especialistas de Estados Unidos y Corea del Sur y la financiación de la Obra Social de La Caixa. El estudio se ha publicado en Nature Genetics. Encontrar la respuesta a por qué algunos pacientes con cáncer dejan de responder a los tratamientos supone un espaldarazo importante y abre una vía de investigación para desarrollar fármacos que sean capaces de bloquear la acción de esta proteína. Los investigadores y especialistas han querido centrarse en un tipo muy concreto de cáncer de pulmón, en concreto aquel en el que está involucrado un gen alterado denominado EGFR y que supone el 40% de los casos registrados entre fumadores y el 30% de los tumores diagnosticados en mujeres.
Aunque actualmente se dispone de tratamientos y fármacos capaces de bloquear o contrarrestar la acción de este gen mutado, también se ha detectado que la respuesta positiva al tratamiento no siempre se mantiene en el tiempo. ¿Por qué? Por la proteína AXL, contra la cual la mejor opción es un fármaco capaz de inhibir su acción. Tal y como también han subrayado los autores del estudio, actualmente ya se está trabajando en el desarrollo de un fármaco, en concreto el denominado cabozantinib, cuyos primeros resultados probados en otros tipos de tumores (ovario, hígado, próstata) han sido esperanzadores. Un inhibidor que, aunque en fase experimental avanzada, todavía tiene que demostrar su eficacia en pacientes, sobre todo para constatar si su acción es duradera y eficaz y para evitar efectos secundarios que no sean tolerados por los enfermos de cáncer. Lo que está claro es que la investigación ha conseguido dar un paso muy importante para el tratamiento de uno de los tumores más letales y con el objetivo de mejorar las terapias farmacológicas, evitar las recaídas y ganar la batalla al cáncer de pulmón.