En nuestro país se diagnostican en torno a 3.000 casos al año de cáncer de ovario, por detrás de otros tumores como el de mama, útero o colorrectales. La mayoría de los casos se producen en mujeres entre los 45 y los 70 años. En términos médicos, hay varios tipos de cáncer de ovario, siendo los más comunes los carninomas serosos, adenocarcinomas, carcinomas mucinosos y germinales (éstos últimos son los más frecuentes en las mujeres más jóvenes). El cáncer de ovario no suele manifestar síntomas en sus fases iniciales, por lo que la mayoría de los casos se diagnostican en fases avanzadas.
Causas Se estima que entre un 5-10% de los cánceres de ovario responden a factores genéticos heredados. Los antecedentes familiares de cáncer de ovario, cáncer de mama, endometrio o cáncer de colon aumentan el riesgo de desarrollar este tipo de tumor. También son más vulnerales las mujeres portadoras de una mutación genética en el denominado gen BRCA1 o BRCA2.
No es el único factor a tener en cuenta, ya que diversos estudios han constatado que la terapia hormonal sustitutiva puede aumentar en la menopausia el riesgo a padecer cáncer de ovario.Por el contrario, los anticonceptivos orales sí pueden ayudar a reducir los riesgos. Tampoco hay que subestimar otros factores de riesgo como la edad (la mayoría de los casos se diagnostican en la etapa de la menopausia), la duración del periodo de ovulación, la menopausia tardía, el sobrepeso, la ausencia de embarazos o el tabaquismo. Algunos estudios han señalado que la infertilidad puede estar asociada con un moderado riesgo de desarrollar cáncer de ovario.
Síntomas El cáncer de ovario no presenta, como hemos señalado, síntomas en las primeras etapas, por lo que es difícil identificarlo de manera temprana, pero hay tres posibles señales que pueden ser indicadores de su presencia: tener el abdomen hinchado, la necesidad de orinar con frecuencia, y una continúa sensación de saciedad incluso con el estómago vacío. Síntomas genéricos y comunes a otras enfermedades, y que por lo tanto pueden subestimarse. Para un diagnóstico preciso se debe realizar un examen ginecológico, y a partir de ahí determinar la necesidad de otras pruebas.
Tratamiento El cáncer de ovario se trata con cirugía cuya dimensión varía en función de la fase en la que se encuentre la enfermedad. Generalmente la cirugía va seguida de tratamiento de quimioterapia que varía en función del tamaño del tumor extirpado.
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