El cáncer de mama es uno de los tumores cuya detección precoz y tratamiento han mejorado la curación y porcentaje de supervivencia hasta el 80-90%. Las terapias alternativas para mitigar los efectos secundarios del tratamiento del cáncer deben ser un complemento, y en ningún caso un sustituto, tal y como subrayan los expertos en oncología.
Las terapias alternativas pueden tener algunos efectos beneficiosos, como ayudar a aliviar algunos síntomas de la enfermedad (pérdida de apetito o problemas estéticos que influyen en la autoestima del sujeto) y a mejorar la calidad de vida del paciente. Eso sí, y esto es importante destacarlo, siempre deben seguirse bajo supervisión médica.
¿Cuáles son estas terapias alternativas y complementarias?
Un ejemplo práctico de las terapias complementarias para pacientes de cáncer son las terapias de relajación que, entre otros beneficios, ayudan a aliviar la ansiedad generada por los tratamientos oncológicos. Las terapias se pueden dividir en 5 tipos, atendiendo a la clasificación del Centro Nacional de Medicina Alternativa y Complementaria de EEUU.
- Sistemas integrales o completos: Homeopatía, naturopatía, ayurveda, medicina tradicional china y acupuntura.
- Terapias biológicas: Incluye el uso de hierbas, vitaminas o suplementos dietéticos.
- Métodos de manipulación: Quiropráctica, osteopatía, reflexología, quiropraxia, aromaterapia, shiatsu y masajes.
- Enfoques sobre la mente y el cuerpo: Yoga, meditación, oración, y terapias creativas relacionadas con el arte, la música…
- Terapias energéticas: Tai chi, Reiki, Qi gong (chi-kung), terapia floral o toque terapéutico.
Riesgos de las terapias alternativas
Antes de seguir cualquier terapia alternativa o complementaria es fundamental hablar con el médico y asesorarse sobre su eficacia real y sus efectos, ya que puede producir interacciones con los medicamentos prescritos para el tratamiento oncológico. Estos son los riesgos y consejos a seguir:
- Las hierbas y productos derivados de plantas, como la hierba de San Juan, no se recomiendan durante el tratamiento de quimioterapia, radioterapia o cuando se vaya a someterse a una intervención quirúrgica, porque puede interferir con la medicación y alterar la coagulación.
- Hay que tener cuidado con tomar en exceso vitamina A y C, ya que pueden reducir la eficacia de tratamientos como la radioterapia y quimioterapia.
- Los masajes pueden ayudar a manejar el dolor y la ansiedad, pero siempre con precaución, evitando por ejemplo aplicarlos directamente sobre tumores, prótesis o tejidos dañados por la cirugía y/o la radioterapia, existen centros especializados en estética oncológica que pueden asesorarte.
También te puede interesar: ISET: Examen para detectar el cáncer años antes de su desarrollo y todo sobre la inmunoterapia: Avances en la lucha contra el cáncer.