Cáncer de colon y recto: ¿Dos tumores o uno?

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Cáncer de colon y recto: ¿Dos tumores o uno? Según el Atlas del Genoma del Cáncer, estamos ante un único tipo de tumor. La respuesta está en su naturaleza genética y es que, tanto el cáncer de colon como el de recto comparten el patrón de las alteraciones genómicas. La respuesta a esta pregunta cambia la forma de enfocar el diagnóstico y el tratamiento de los tumores colorrectales, el cuarto más frecuente tanto en hombres como en mujeres, después del cáncer de piel, de pulmón o de mama.
 
El Atlas del Genoma del Cáncer es un proyecto impulsado por los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos (Instituto Nacional del Cáncer y el Instituto Nacional de Investigación del Genoma Humano). Dicho atlas considera que el cáncer de colon y el de recto son, en realidad, uno solo, y no dos como hasta ahora se había venido pensando. La respuesta está en la naturaleza genética de ambos tumores, ya que comparten el patrón de las alteraciones genómicas. El colon y el recto (intestino grueso) se ubican en el abdomen y forman parte del aparato digestivo. Sus funciones son absorber el agua de los alimentos ingeridos y digeridos en el intestino delgado y expulsar el material de desecho.
 
Estamos ante un tipo de tumor que está considerado, atendiendo a las cifras de diagnósticos a nivel mundial, como el cuarto más frecuente tanto en hombres como en mujeres. Así, en el caso de los hombres, se sitúa por detrás del cáncer de piel, cáncer de próstata y de pulmón. Por su parte en el caso de las mujeres, es uno de los más frecuentes junto al de piel, mama y cáncer de pulmón. Pese a que estamos ante una patología y uno de los diagnósticos más graves, también es prevenible. Por ello, la prevención, especialmente a partir de los 50 años, juega un papel fundamental. Prevención para detectar posibles lesiones premalignas y malignas, aunque no se presenten síntomas ni se tengan antecedentes familiares, con el objetivo de reducir la incidencia de casos y aumentar las probabilidades de ganar la batalla a la enfermedad. Debemos consultar al médico si aparecen síntomas tales como sangre en las heces, molestias abdominales que tienden a empeorar (dolor, inflamación, gases), pérdida de peso sin causa aparente, diarreas o aparición de estreñimiento o anemia ferropénica.
 

Prevención cáncer colorrectal

Entre las recomendaciones médicas para prevenir la aparición del cáncer colorrectal podemos señalar:

  • Moderar el consumo de carne roja, carne procesada y carne cocinada muy hecha o en contacto directo con el fuego.
  • Una dieta rica en fibra, frutas y verduras y baja en grasas.
  • Entre los nutrientes esenciales, vitaminas (especialmente vitamina D) y minerales como el calcio.
  • El ejercicio físico ayuda a evitar el sobrepeso y la obesidad.
  • Evitar el consumo de tabaco y moderar el consumo de alcohol.

La mayoría de los tumores son esporádicos, pero sí es cierto que el componente hereditario está presente en una parte de los diagnósticos (síndrome de Lynch, por ejemplo). Generalmente, el cáncer de colon se inicia de manera escalonada, a partir del desarrolla de las células de la mucosa intestinal, transformándose en pólipo (alteración benigna que aparece en la capa interna del intestino). Hay dos tipos de pólipos, siendo los pólipos adenomatosos (o adenomas) los que intervienen en la formación del tumor de colon. Si no se extirpan o tratan, pueden convertirse en tumores malignos.
 
Además de los adenomas, la edad o el padecer una enfermedad inflamatoria intestinal crónica (enfermedad de Crohn o colitis ulcerosa) también son dos factores de riesgo de cáncer colorrectal, a los que se suma el estilo de vida (sedentarismo, tipo de alimentación, obesidad, tabaco, entre otros).

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