Calambres nocturnos en las piernas: Cómo prevenirlos. La hidratación juega un papel fundamental, al igual que practicar ejercicio físico de manera regular –para favorecer el estiramiento de los músculos de las piernas- y ayudar a prevenir los calambres nocturnos. Cuando se producen las sacudidas, los baños de agua caliente son relajantes. Son algunos de los consejos que podemos seguir para evitar un problema que puede ser muy molesto, sobre todo porque perturba nuestro descanso, y el sueño es reparador para nuestro organismo.
Los calambres nocturnos en las piernas se pueden definir como una contracción repentina e involuntaria de los músculos de la parte inferior de las piernas y de los pies. Calambres que pueden interrumpir el descanso y que pueden provocar dolor. Suelen durar entre unos segundos y varios minutos. ¿Se pueden prevenir o aliviar? La respuesta es que sí, poniendo en práctica algunos sencillos consejos aportados por los médicos y especialistas. No obstante, si los calambres se producen con regularidad e interfieren en el descanso, se debe consultar al médico, al igual que si se acompañan de otros síntomas como debilidad muscular, entumecimiento o hinchazón.
La aparición de los calambres suele estar relacionada con la edad, aunque lo cierto es que pueden producirse en cualquier momento. Aunque en la mayoría de los casos no revierten mayores consecuencias para la salud, conviene descartar otros posibles trastornos en los que los calambres sean un síntoma. Así, por ejemplo, los calambres pueden aparecer cuando hay un cuadro de diabetes o por déficit nutricional de minerales tan esenciales como el calcio, potasio o magnesio, entre cuyas funciones está el regular la actividad muscular y nerviosa. La aparición de calambres también puede inducir a pensar que se trata del síndrome de las piernas inquietas.
La hidratación, aunque no siempre le prestemos la debida atención, es esencial para nuestra salud y, en concreto, para nuestros músculos. Beber bastante agua y líquidos durante el día ayuda a evitar los calambres nocturnos en las piernas. Es uno de los consejos para prevenirlos, al que podemos sumar el de incluir en la dieta alimentos ricos en potasio (cereales integrales, nueces), realizar estiramientos de los músculos de las pantorrillas y hacer de algo de bicicleta estática (durante unos minutos) antes de ir a dormir. El estar demasiado rato sentado y en una misma postura puede aumentar los calambres, al igual que llevar un calzado inadecuado. En la cama también es aconsejable vigilar que las sábanas y las mantas permitan a nuestras piernas y pies moverse con holgura.
Cuando suframos un calambre o sacudida, ponernos en pie y caminar un poco o sacudir la pierna puede servir de alivio. Estirar el músculo de la pantorrilla, tirando de los dedos del pie hacia uno, también funciona.
Aplicar calor y frío
Más consejos para aliviar los calambres, en este caso recurriendo a los remedios caseros. Un baño de agua caliente es buen relajante y calmante. Otra opción es aplicar una toalla caliente. El frío también ayuda, como ponerse hielo o una compresa fría y masajear después de la zona.