Aunque en la mayoría de las ocasiones la caída del pelo responde a una causa o problema puntual, lo cierto es que hay que adoptar una serie de medidas para su tratamiento y cuidado diario que ayuden a fortalecer el cabello, restaurar el grosor y estimular el crecimiento.
¿Por qué se me cae el cabello? Si has notado que, al cepillarte el cabello, pierdes más pelo del que quisieras es hora de valorar otros factores más allá del estacional. Es cierto que durante el otoño aumenta más la caída, pero no siempre es el responsable directo que de nuestro pelo aparezca más apagado, frágil y quebradizo. El estrés, los cambios hormonales y, sobre todo, una alimentación pobre en nutrientes esenciales son algunas de las causas más comunes que explican la caída del cabello. Vamos a ver más detenidamente qué factores influyen en la salud de nuestro cabello y cuáles son los remedios y tratamientos más adecuados.
Caída del pelo: causas
En nuestra cabeza tenemos alrededor de cien mil pelos. Su crecimiento anual ronda los 12 centímetros durante su vida. La vida media del pelo es de entre 2 y cinco años, y una vez transcurrido este tiempo se caen, dejando paso a otros nuevos. Pero los pelos nuevos deben estar sanos y fuertes para crecer. ¿Qué causas explican que el pelo se caíga con mayor frecuencia y en mayor cantidad?
- Caída estacional: En otoño nuestro pelo experimenta un periodo de renovación, lo que explica que la caída sea más abundante, e incluso el pelo puede tener un aspecto más frágil o quebradizo. En aproximadamente un mes la caída del pelo debería remitir.
- Estrés: La tensión nerviosa, ansiedad o estrés puede debilitar el pelo y provocar su caída. En este caso, la alopecia, denominada areata, se manifiesta en zonas muy concretas en forma de placas o parches. Además de evitar las situaciones que provocan estrés, en este caso conviene aplicar lociones regeneradoras para el pelo.
- Alopecia común: Si la caída se experimenta a lo largo de todo el año, y aparecen claros en la cabeza, estamos ante la denominada alopecia androgenética, un trastorno con componente hereditario.
- Cambios hormonales: Los cambios hormonales que tienen lugar durante la menopausia o después del parto, entre otros, también pueden favorecer la caída.
- Dieta: Las dietas demasiado estrictas o pobres en determinados nutrientes provocan la caída del cabello.
Caída del pelo: tratamiento y remedios naturales
Para prevenir y tratar la caída del cabello es aconsejable reforzar sus cuidados con el uso de champús anticaídas, un producto que aumenta el riego sanguíneo y nutre el folículo piloso, ayudando a fortalecer la melena y reduciendo de forma eficaz la caída del cabello. Por su parte, las lociones regeneradoras, gracias a su contenido en sustancias de acción vasodilatadora como el minoxidil, estimulan el crecimiento y frenan la caída. Se aconseja usar por la noche durante 3-4 meses. Se aplica directamente sobre el cuero cabelludo con un masaje de 30 segundos con las yemas de los dedos.
Los nutricosméticos, por último, ayudan a fortalecer la fibra capilar y aportan textura y brillo al pelo.
El cuidado del cabello va más allá de aplicar una serie de productos beneficiosos. Así, por ejemplo, vamos a ver algunos sencillos consejos que nos ayudarán a evitar la caída del cabello:
- El exceso de sebo agrava la caída del cabello, por lo que es necesario lavarlo con frecuencia. Utiliza agua templada y no frotes el pelo en exceso.
- Es aconsejable utilizar acondicionador para que el pelo se rompa al peinar o desenredar.
- Al usar el secador, hazlo a potencia media y aléjalo de la raíz del pelo.
- Evita los peinados muy tirantes, como coletas o moños, ya que pueden provocar alopecia de tracción. Es mejor utilizar cepillos de cerdas naturales o peines de madera.
Caída del cabello y alimentación
La dieta fortalece el cabello. Una carencia de nutrientes debilita el pelo y propicia su caída. Para evitarlo, es importante aumentar la ingesta de alimentos como frutas y verduras, lácteos bajos en grasas, carne magra, pescado azul, cereales integrales y legumbres.
Hay que cuidar la dieta porque nuestro pelo está formado por nutrientes, especialmente proteínas (entre el 65 y el 95% de su peso). El resto es agua, melanina, lípidos y oligoelementos (calcio, hierro, magnesio, zinc). La proteína más presente es la queratina, cuya función es fortalecer y reconstruir la fibra capital. Para ello es importante que en nuestra dieta haya proteínas de calidad, como las que encontramos en el pescado, huevos o leche.
Además de proteínas el pelo necesita vitamina A, para la regeneración del cuero cabelludo y estimular su crecimiento. Las vitaminas del grupo B, por su parte, ayudan a reparar las puntas abiertas y retrasan la aparición de las canas. Las encontramos en huevos, legumbres, cereales integrales y germen de trigo. La vitamina E –aceite de girasol y de oliva- tiene propiedades tonificantes y refuerza la circulación sanguínea. La biotina regula la producción de grasa en el cuero cabelludo y evita que se caída. La encontramos en cereales, verduras y levadura de cerveza.