Blanqueamiento dental: ¿Cuándo está contraindicado? Tener caries, uno de los problemas dentales más comunes, es uno de los motivos, aunque no el único, por los que puede estar contraindicado el blanqueamiento dental, una técnica eficaz y segura que ha evolucionado mucho en los últimos años y que se ha convertido en una alternativa para conseguir y mantener una bonita sonrisa. El cuidado de nuestra salud bucal es fundamental, por lo que debemos prestarle especial atención.
Los avances en cuidado dental permiten confiar plenamente en las técnicas de blanqueamiento, entre cuyas novedades está la aplicación de sustancias químicas –intradental o extradental- para combatir o tratar la decoloración de los dientes. Hay que señalar, tal y como explican los especialistas, que la tonalidad de nuestros dientes va cambiando a medida que nos hacemos mayores, con tendencia a oscurecerse. A esto hay que sumarle el perjuicio que pueden ocasionar el tabaco, las bebidas con cafeína, los colorantes alimenticios o determinados fármacos. Cambios de tonalidad de nuestros dientes que se puede tratar con las nuevas técnicas de blanqueamiento, las cuales están avaladas por la normativa europea (en concreto por la directiva 2011/84) que limita el uso de estos productos a los profesionales de salud, para evitar usos indebidos o que se utilice sin la debida supervisión.
Pero, ¿se puede recurrir siempre al blanqueamiento dental?, ¿hay algún motivo por el que no esté recomendado? Lo cierto es que sí, tiene varias contraindicaciones. Así, en concreto, no es una técnica recomendada en los casos en los que se padece un problema de caries sin tratar, problema dental de los más frecuentes. Tampoco es recomendable en los casos de enfermedad periodental o piorrea y en los de sensibilidad dentaria.
Asimismo, los especialistas, antes de recomendar someternos a una técnica de blanqueamiento dental también descartan la presencia de zonas del diente desprotegidas, alteraciones en la formación del esmalte dental. En el caso de las mujeres, se recomienda esperar si se está en pleno periodo de gestación. Tampoco es una técnica rentable en el caso de los fumadores, ya que al seguir fumando, a corto plazo, la decoloración del diente o aparición de manchas volverá a hacer acto de presencia. En este caso, lo más recomendable, y un motivo más, es dejar de fumar. De la misma manera que el tabaco influye en la duración del blanqueamiento, también lo hace el propio color del diente y de la sustancia o gel blanqueador que se haya utilizado.
Actualmente, los productos que se utilizan para el blanqueamiento de los dientes es el peróxido de hidrógeno, al cual se le atribuye la propiedad de ser más rápido, aunque su tonalidad se acerca más al blanco tiza. Mientras, el peróxido de carbamida, aunque es de acción más lenta, los especialistas consideran que su efecto es más duradero y luminoso. Antes de aplicar el blanqueamiento dental, es aconsejable realizar una limpieza de boca.
Consejos
Mantener una higiene bucal correcta es importante tanto antes como después del tratamiento. Nada más realizar el blanqueamiento, nuestros dientes estarán ligeramente más susceptibles, por lo que es recomendable evitar, además del tabaco si eres fumador/a, las bebidas de tonalidad oscura (café, té, vino tinto), bebidas demasiado frías o de sabor ácido (piña, cítricos), las frutas de color rojo (cerezas, arándanos), las salsas coloreadas, las verduras de tonalidad verde intensa (espinacas) o las comidas con colorantes (azafrán).
