Andar, además de saludable, es el ejercicio más sencillo. Tan solo hay que calzarse las zapatillas y comenzar a hacer camino. Caminar una hora al día (al menos tres veces a la semana) reporta múltiples beneficios, tanto a nivel físico como emocional. Así, entre otros, refuerza los músculos, activa el metabolismo -un ejercicio perfecto para quemar calorías y perder peso-, acelera el tránsito intestinal, oxigena el sistema respiratorio y la mente y mejora el estado de ánimo. Cuando adoptemos el saludable hábito de practicar ejercicio, es importante comenzar de manera gradual, aumentando la intensidad y el tiempo a medida que vamos ganando condición física. Y si queremos sacar más partido al ejercicio de andar, nada como hacerlo con bastones, una nueva modalidad que marca tendencia.
Andar con bastones
Andar con bastones es una modalidad adaptada de la marcha nórdica (nordic walking) que cada vez gana más adeptos. Entre otros beneficios, ayuda a trabajar más del 90% de la musculatura mientras caminamos. Además ayuda a reducir el impacto sobre las articulaciones al realizar los movimientos y tonifica las piernas. Y al mismo tiempo que cuidamos la salud ganamos la batalla a la báscula, porque andar con bastones ayuda a quemar más calorías. Al andar sin bastones se pueden llegar a quemar hasta 260 kilocalorías por hora; con los bastones se pueden superar las 400.
Los bastones (de un material ligero, generalmente fibra de carbono, y con dragoneras para sujetar la muñeca) sirven de apoyo a la hora de caminar, sobre todo a la hora de hacer recorridos largos. Además de potenciar la fuerza muscular, mejora la coordinación y la movilidad, ayuda a reducir tensiones y estrés, refuerza el sistema inmunológico y retardar el envejecimiento.
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