Azúcar: ¿Afecta a la pérdida de memoria? Ingerir alimentos demasiado ricos en azúcares puede provocar que nuestro cerebro se ralentice lo que, en consecuencia, conllevaría una pérdida de memoria y una alteración de la capacidad de aprendizaje. Al menos así lo constata el último estudio llevado a cabo en Estados Unidos y que indaga en los pros y los contras para nuestra salud de llevar una dieta rica en fructosa. También proponen alternativas, y es incluir en la dieta alimentos ricos en ácidos grasos Omega 3 para contrarrestar y minimizar los efectos del azúcar.
Tomar demasiado azúcar, por muy golosos que seamos, no es bueno para la salud. Prácticamente todos los alimentos contienen azúcar, pero es importante vigilar su consumo y evitar que su presencia en nuestra dieta sea excesivamente alta. Y no es una cuestión banal, ya que un estudio de la Universidad de California (Los Ángeles, Estados Unidos) ha relacionado las dietas ricas en azúcares con la pérdida de memoria. Según los investigadores, tomar demasiado azúcar o llevar una dieta con contenido alto en fructosa y durante demasiado tiempo puede influir en el funcionamiento del cerebro. Así, el azúcar altera la capacidad del cerebro para retener y aprender la información que recibe, es decir, la memoria.
No obstante, el resultado del estudio que indaga en los pros y contras del azúcar, el cual ya ha sido objeto de atención en otras ocasiones por parte de médicos y expertos en salud, también aporta recomendaciones como incluir alimentos ricos en Omega 3 para contrarrestar los efectos negativos que puede provocar el azúcar.
Somos lo que comemos, no hay duda, y este estudio es un ejemplo más. En este caso, tal y como han subrayado los autores del estudio publicado en el Journal of Physiology, nuestra dieta influye diretamente en la capacidad de pensar.
Para llevar a cabo el estudio se analizó en concreto jarabe de maíz, elevado en fructosa y hasta seis veces más dulce que el azúcar de caña, y que suele estar presente en alimentos y aperitivos procesados, refrescos, comida para niños o condimentos. Hay que dejar claro, y así lo puntualizan los autores, que no hablamos de la fructosa natural de la fruta, la cual entre otros es rica en antioxidantes.
Durante un plazo de un mes y medio, y en un ensayo realizado en laboratorio con ratas, a un grupo se le administraron diferentes niveles de azúcar, mientras que a otro se le aportaron además ácidos grasos Omega 3. Antes de iniciar el estudio se evaluó a los animales, así como sus capacidades de encontrar y recordar el camino en un laberinto. ¿Cuál fue el resultado? Transcurrido el plazo de las seis semanas, volvieron a poner a prueba a las ratas y resultó que aquellas a las que se les había administrado y complementado la dieta con los omega 3 eran mucho más rápidas que las otras y no dudaron al entrar en el laberinto, es decir, recordaban el camino, mientras que las otras se mostraron más lentas.
No es el único efecto que se constató, ya que las ratas a las que solo se les administró azúcar mostraron una mayor resistencia a la insulina, la hormona encargada de regular los niveles de azúcar en sangre y responsable de la función sináptica del cerebro que procesa las emociones y los pensamientos.