Aspirina: El efecto antitumoral de una dosis diaria. Es uno de los medicamentos más conocidos y más comunes, cuyos efectos sobre la salud podrían ir más allá de la prevención de trastornos como dolores musculares o síntomas gripales. Tras constatar que es un medicamento cardioprotector, tal y como aseguran los últimos estudios, la centenaria aspirina también podría ser un buen aliado en la prevención de la aparición de metastásis en determinados tipos de tumores, aumentando además la supervivencia a corto plazo. A sus efectos antiinflamatorios, suma el ahora efecto antitumoral.
No es la primera vez que un medicamento tan común como la aspirina es objeto de estudio por sus potenciales beneficios para el tratamiento de otras enfermedades. Así, diversos estudios ya han confirmado que la aspirina ayuda a prevenir el cáncer colorrectal. Sin embargo, los investigadores decidieron dar un paso y comprobar si este mismo efecto podría ser extensivo a otro tipo de tumores, entre ellos el cáncer de pulmón, uno de los más letales entre las mujeres. Los estudios, publicados en la revista The Lancet, han sido realizado por la Universidad de Oxford (Reino Unido), constatando que una dosis diaria de aspirina puede reducir la incidencia y la mortalidad a corto plazo. Asimismo, la aspirina también disminuye la metastásis a otros órganos, sobre todo en el caso concreto de adenocarcinomas.
La aspirina, o ácido acetilsalicílico, es un medicamento antiinflamatorio y cardioprotector, ya que, además, puede ayudar a prevenir los riesgos de infarto. Pero hay más y es que el ya medicamento centenario tiene otras propiedades de las que todavía no se han desvelado todas las respuestas.
El efecto antitumoral de la aspirina estaría en su capacidad para bloquear las plaquetas, como fármaco antiplaquetario, que participan en el proceso de la metástasis, tal y como han explicado los propios autores. Unos resultados que, a su juicio, suponen un paso más para ampliar las recomendaciones de un fármaco tan conocido como la aspirina, cuyo efecto va más allá de aliviar un dolor de cabeza o los síntomas de la fiebre. No obstante, aunque sin duda supone un gran avance, los investigadores también tienen en cuenta los posibles efectos secundarios, como el riesgo de padecer una hemorragia cerebral por el consumo diario y prolongado de aspirina. Aunque reconocen que los efectos anticancerígenos, así como los beneficios vasculares, son mayores que los efectos secundarios que, irremediablemente, tienen todos los fármacos, también señalan que hay que seguir estudiando los que pueden incidir sobre la calidad de vida y, sobre todo, realizar un perfil de los pacientes a los que podría beneficiar.