Artrosis: Tratamientos adaptados al paciente. Rigidez, dolor y dificultades de movimiento. Son tres de las características de la patología articular más diagnosticada en nuestro país. Una patología crónica e invalidante que consiste en el desgaste continuado del cartílago, pudiendo afectar a cualquier articulación. Pero, contrariamente a lo que piensa, la artrosis no es una patología ligada exclusivamente al envejecimiento. Todo lo contrario, somos vulnerables a padecer artrosis a cualquier edad. Y éste es un factor importante a la hora de aplicar el tratamiento más adecuado a cada paciente.
Los medicamentos indicados para disminuir el dolor –antiinflamatorios no esteroides y analgésicos- y los que ayudan a retardar la evolución de la artrosis y a mitigar el dolor –condroprotectores- constituyen la base de los tratamientos tras el diagnóstico de la artrosis, la enfermedad articular más frecuente en nuestro país. Se estima, según datos médicos, que afecta a siete millones de personas –más mujeres que hombres, siendo más vulnerables durante la menopausia-, constituyendo el motivo de consulta en más del 30% de los casos atendidos por los médicos en Atención Primaria. Según datos recogidos en el estudio Artrocad de la Sociedad Española de Reumatología (en colaboración con la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria), la artrosis es responsable de más del 30% de las incapacidades laborales que se registran anualmente en España.
La artrosis es una patología reumática que va más allá del dolor, la inflamación y la rigidez muscular, ya que además de crónica, puede ser invalidante e incapacitante. La artrosis puede afectar seriamente a la calidad de vida de quien la padece. Una enfermedad que, además, puede aparecer a cualquier edad, y no solo relacionada con el proceso de envejecimiento. Aunque es cierto que la artrosis no se puede curar, sí se puede controlar su progresión con un tratamiento que, además, debe ir acompañado de una serie de hábitos saludables (práctica de ejercicio físico, evitar el tabaco, promover una alimentación saludable, por ejemplo, con la inclusión en la dieta de pan de centeno).
Artrosis: Evolución
Tal y como señalan los especialistas, entre ellos la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria a través del grupo de trabajo del aparato locomotor, la evolución de la artrosis varía de un paciente a otro. De ahí la importancia de contar con un diagnóstico certero y de aplicar el tratamiento más adecuado para una patología crónica e inflamatoria. Un tratamiento en el que también hay que tener en cuenta la duración. Al tratarse generalmente de tratamientos a largo plazo es importante que sea lo más inocuo y seguro posible.
Otro punto a tener en cuenta es que la artrosis puede llegar acompañada de algún otro trastorno de la salud, como hipertensión arterial, cardiopatías o diabetes.
En los últimos años los avances en el conocimiento de la enfermedad también han permitido mejorar los diagnósticos y los tratamientos, centrándose no solo en reducir el dolor, como principal síntoma de la artrosis, sino en reducir su evolución. Esta nueva línea de tratamiento se acomete tras constatar que no estamos ante una patología terminal de las articulaciones.
La artrosis se puede definir también como una enfermedad un tanto imprevisible, en el sentido de que no avisa de cuándo llegará la próxima crisis. Esto obliga a no estar siempre atentos a cualquier señal que nos alerte de que la enfermedad sigue progresando.