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Dicen que una imagen vale más que mil palabras. Y en este caso, se cumple a rajatabla, porque las fotografías hablan por sí solas. Ivonne Thein ha puesto cara a la anorexia y al culto a la extrema delgadez con Thirty Two Kilos (32 kilos), una exposición cuyas imágenes, aunque fueron realizadas hace unos años, siguen estando de actualidad. Modelos de talla 0, cuya piel es un mero envoltorio de un físico que, sin error a equivocarnos, podemos calificar como escuálido. Los cánones, auspiciados por la moda, la publicidad y los medios de comunicación, y que imponen la delgadez como sinónimo de belleza -precisamente las fotografías emulan una sesión fotográfica- también pueden poner en riesgo la salud. La autora Ivonne Thein muestra al público la realidad de la extrema delgadez, lo que significa para una mujer pesar 32 kilos que delatan además la soledad de una enfermedad como la anorexia, cuyas consecuencias para la salud pueden ser muy severas.
14 fotografías componen la muestra Treinta y dos kilos cuyo objetivo es mostrar, de forma clara y directa, las consecuencias de esta enfermedad. Imágenes impactantes para despertar conciencias. Ninguna de las modelos que han posado para estas fotografías padece anorexia, habiendo sido retocadas digitalmente para conseguir el resultado deseado y que es otro el de mostrar que la extrema delgadez no es un canon de belleza saludable. La fotógrafa alemana se volcó en este trabajo para denunciar los peligros de la anorexia, un de los trastornos alimentarios más frecuentes, y tras constatar la gran cantidad de páginas web que impulsan a caer en la anorexia. Según la Federación Española de Asociaciones por la Ayuda y Lucha contra la Anorexia y Bulimia (Feacab), en España las enfermedades de trastornos alimentarios podrían afectar a unas 500.000 personas.
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