Andar: El ejercicio más natural. Mantenernos en forma es invertir en salud. El ejercicio físico nos reporta innumerables beneficios para nuestro organismo y nos ayuda a recuperar la fuerza y el tono vital. Dentro de las opciones para mantenernos en forma andar o dar paseos es la más sencilla de todas. Un paseo a buen ritmo de apenas media hora al día, o una hora si lo hacemos de manera tranquila, nos ayudará, entre otros, a prevenir y mejorar los síntomas de trastornos circulatorios, varices o problemas de huesos, como la osteoporosis. ¿Te animas a dar un paseo?
Tan sencillo como caminar. Es la forma más fácil y natural de realizar ejercicio. Un paseo a buen ritmo de media hora, o una hora a ritmo tranquilo, es la mejor manera de empezar a movernos y a mantenernos en forma. Ejercicio físico que no requiere mayor voluntad que la de andar y de la que podemos extraer muchos beneficios para nuestra salud. Movernos nos ayuda a ganar en salud y en años, máxime si tenemos en cuenta que los médicos y especialistas consideran el sedentarismo no un mal hábito sino una enfermedad, cuyos efectos para la salud pueden ser tan perjudiciales como el fumar. Mantenernos en forma practicando ejercicio, al menos cinco días a la semana, es la mejor manera de prevenir trastornos o molestias de la salud.
Si no somos muy dados a movernos, dar paseos, empezando por un recorrido de unos 15 minutos y aumentando la distancia y el tiempo de manera progresiva, nos ayudará a adoptar uno de los hábitos saludables y esenciales. Igualmente, al principio debemos pasear por terrenos llanos y cuando hayamos adquirido unas mínimas condiciones físicas empezar con terrenos más complicados.
Andar: Beneficios
Si padecemos reuma, asma, varices, osteoporosis o trastornos circulatorios, pasear nos será de gran ayuda. Andar, además de ser la forma más natural de mantenernos activos, nos permite sacar rédito de los beneficios del ejercicio físico.
¿Cuándo es el mejor momento para pasear? En este caso debemos adaptar nuestro paseo a la estación del año. Así, durante el invierno, el paseo es aconsejable darlo a media mañana o a media tarde, para prepararnos para un descanso reparador, ya que se duerme mejor después de practicar ejercicio. Por su parte, en verano, debemos evitar las horas de más calor y aprovechar las primeras horas del día o las últimas. Antes de salir a andar, hay que elegir la ropa adecuada, tanto para no pasar frío como para evitar una sudoración excesiva, la cual podría aumentar las posibilidades de acatarrarse o resfriarse.
El número de días y el tiempo que dediquemos al ejercicio físico dependerá lógicamente de nuestra condición física. Si, por ejemplo, padecemos problemas de hipertensión, es aconsejable consultar con el médico si al realizar algún tipo de actividad física aparecen mareos, dolor o dificultades para respirar.
Por último, y como consejo añadido, no olvidar hidratarse correctamente, máxime si hacemos ejercicio. Lo aconsejable, entre 1,5 y dos litros de agua al día.