Alzheimer: detección a través de un análisis de sangre. La detección y el diagnóstico precoz del Alzheimer es uno de los grandes retos de la medicina. Ahora, ese reto puede estar aún más cerca y prevenir antes de que aparezcan las primeras señales de la enfermedad, y esto es lo más sorprendente, puede ser posible realizando simplemente un análisis de sangre. Una analítica para determinar si padeceremos problemas de memoria o estamos ante un caso más serio de demencia. La detección precoz, como en todos los aspectos de la salud, jugaría un papel determinando en el tratamiento y el desarrollo de la enfermedad.
Es una de las enfermedades cuyas causas en la mayoría de los casos siguen siendo un interrogante. Una enfermedad cuya prevalencia aumenta con la edad. En un 10% el Alzheimer es hereditario, a los que hay que sumar otros factores que los médicos también consideran que influyen en su desarrollo, tales como las enfermedades cardiovasculares, la hipertensión o el tabaquismo. A esto, tal y como revela el último estudio llevado a cabo por investigadores del Centro de Investigación Tecnológica y de la Universidad de Finlandia, habría que sumarle la denominada firma molecular, la cual precede a la aparición del Alzheimer. Dicha firma estaría formada por tres metabolitos o moléculas generadas durante el metabolismo.
Su detección en la sangre permitiría diagnosticar si el paciente padece leves problemas de memoria o estamos en una fase inicial de demencia. El diagnóstico precoz es fundamental ya que, entre otros, aumenta la eficacia de los tratamientos al iniciarlos más pronto. En la actualidad, pruebas como una resonancia magnética o un tac permiten detectar algunas de las lesiones cerebrales que acompañan al Alzheimer, aunque nunca antes se había abierto una puerta para un diagnóstico tan sencillo a través de un simple análisis de sangre.
Para alcanzar estos resultados, los investigadores realizaron un seguimiento de dos años a más de 220 ancianos, de los cuales 140 estaban en una etapa previa de la demencia. De estos, más de 40 desarrollaron Alzheimer y sus muestras de sangre revelaron que se habían producido cambios significativos en su cerebro.
Los síntomas del Alzheimer aparecen de forma progresiva. A la pérdida de memoria y de los recuerdos, se le suman otras señales como la pérdida de orientación, dificultades en el lenguaje o dificultades de coordinación. Lo que sí tienen claro los médicos y especialistas es que las primeras lesiones cerebrales se producen, al menos, diez años antes de desarrollar una enfermedad cuya principal consecuencia es la pérdida de nuestro pasado.
