El agua de rosas es mucho más que un tónico para la piel, ya que detrás de su característico aroma esconde interesantes beneficios y propiedades. Una fragancia elaborada con los pétalos de las rosas y que es uno de los mejores aliados para la piel, el órgano más extenso del cuerpo y al que no siempre prestamos la debida atención.
El agua de rosas, entre otros beneficios, hidrata y suaviza la piel, al tiempo que tiene efectos antiinflamatorios. Vamos a ver, más detenidamente, por qué no puede faltar el agua de rosas en nuestra rutina de cuidados diarios de la piel, siendo apta para todo tipo de pieles.
Beneficios
El agua de rosas tiene propiedades bacterianas, por lo que se puede utilizar como remedio natural para limpiar la piel, reducir la producción de sebo especialmente en las pieles grasas, mitigar la aparición de acné y desinfectar heridas y llagas. Una buena solución para aliviar las afecciones de la piel (irritaciones, dermatitis, sarpullidos…), ya que ayuda a regular el pH de la piel, y un excelente tónico para eliminar las huellas del cansancio en el rostro o el enrojecimiento. Además, estamos ante un aliado que aporta antioxidantes para mantener más joven y tersa nuestra piel. A esto hay que sumar que es rica en vitamina C, nutriente fundamental para sintetizar el colágeno. Y otro beneficio que no debemos subestimar del agua de rosas es que ayuda a mitigar las señales de las estrías y de las manchas que aparece en la piel.
Cómo usar agua de rosas
Beneficios que nos brinda la esencia de los pétalos de rosa, cuya suavidad convierte a este producto en un básico para la limpieza facial. Se debe aplicar directamente en el rostro limpio, después de retirar o antes del maquillaje. Si la utilizamos para uso corporal, conviene aplicarla antes de la ducha para que la piel la absorba mejor al estar los poros más abiertos.
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