Afonía: Cómo afecta el estrés a la voz. Lo hace disminuyendo nuestras defensas, lo cual puede afectar directamente a las cuerdas vocales. La voz se produce precisamente por la vibración de éstas, localizadas en el interior de la laringe. Además, tanto el estrés como la ansiedad nos pueden llevar a hacer un mal uso de la voz, por ejemplo, hablar muy alto durante tiempo, gritar o cantar. Según datos médicos, se estima que más del 20 por ciento de los profesores de nuestro país, una profesión que ineludiblemente utiliza la voz como herramienta, tiene problemas de afonía o disfonía.
¿Cuidamos nuestra voz? Aunque no le prestemos la debida atención, la requiere. Por ejemplo, no forzar la voz o evitar el tabaco son dos sencillas consejos que nuestras cuerdas vocales agradecerán. Pero no son los únicos factores de riesgo que pueden provocar una alteración de las cuerdas vocales, causa de la afonía. El estrés y la ansiedad también son dos enemigos de los que proteger nuestra voz. El estrés, el nerviosismo, la ansiedad o la irritabilidad no solo pueden reducir nuestras defensas, sino que también harán que utilicemos mal nuestra voz, por ejemplo, forzándola más de lo debido. Precisamente, el mal uso de la voz es uno de los motivos de la afonía, junto a la inflamación de las cuerdas vocales por microbios, sobre todo por los virus de las infecciones respiratorias. Otros motivos son la parálisis de una cuerda vocal por lesión del nervio que contrae los músculos de la laringe o la presencia de un pólipo.
El mal uso de la voz se da lógicamente con mayor frecuencia entre las personas que la utilizan como herramienta de trabajo. En la mayoría de las ocasiones, ni siquiera son conscientes de ello, ya que un carácter o temperamento más nervioso puede llevar a forzar la voz sin quererlo.
Afonía: Tratamiento homeopático
Entre las medidas preventivas para cuidar nuestra voz, los especialistas en homeopatía apuestan por dos medicamentos en concreto, los denominados Oscillococcinum y Homeovox. Fármacos homeopáticos utilizados tanto para la prevención como el tratamiento de la afonía. El primero, ayuda a reforzar las defensas para evitar los procesos víricos, mientras que el segundo reduce la inflamación y los procesos de irritación de la laringe y la faringe, tanto en caso de infección vírica como por sobrecarga de la voz. En este caso, ambos medicamentos están indicados para adultos y niños.
Pero hay otros consejos preventivos a tener en cuenta. Sencillas recomendaciones médicas a seguir para cuidar nuestra voz:
- No forzar la voz y llevar una dieta saludable, con prioridad para los alimentos y bebidas calientes.
- Evitar el tabaco y los ambientes cargados de humo.
- No tomar antibióticos sin la prescripción del médico.
- Aplicar compresas calientes en el cuello.
- En invierno, abrigarse bien, sobre todo protegiendo la garganta.
- En caso de afonía, y sobre todo si se repite a menudo, hay que acudir al médico o especialista para diagnosticar las causas del problema. Generalmente cuando se debe a un proceso vírico suele venir acompañado de otros síntomas, como fiebre, mucosidad o malestar general.