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La harina blanca es un producto refinado y, como tal, lo podemos incluir entre los alimentos que provocan un aumento de la glucosa en la sangre, lo que puede conllevar que seamos más vulnerables al aumento de peso y a padecer patologías como la diabetes. La harina blanca en sí pierde gran parte de sus propiedades nutricionales en el proceso de manipulación. Además, la mayor prevalencia de las alergias y las intolerancias alimentarias también está haciendo que cada vez con más frecuencia se busquen sustitutos a la harina blanca, en concreto, sustitutos sin gluten. [/multipage]
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1. Harina de garbanzos
Aunque es una de las menos conocidas, la harina de garbanzos se utiliza sobre todo para preparar recetas tradicionales, como los buñuelos de Sicilia. Una harina con un particular sabor que también es una excelente alternativa para la elaboración de recetas veganas, como las tortillas e, incluso, para las pizzas y para hacer pasteles. [/multipage]
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2. Harina de quinoa
La harina de quinoa tiene numerosas propiedades nutricionales y además está libre de gluten, por lo que es excelente para las dietas de personas con intolerancia y que necesitan seguir una dieta libre de gluten. La harina de quinoa se puede utilizar para la elaboración de productos horneados, como por ejemplo, para hacer pan en casa. [/multipage]
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3. Harina de amaranto
De las semillas del amaranto se extrae también harina, libre además de gluten, por lo tanto ideal para la dieta de las personas con intolerancia. De características similares a la harina de quinoa, es apreciada por ser especialmente rica en proteínas y en fibra, convirtiéndose en un buen sustituto de la harina blanca más tradicional. [/multipage]
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4. Harina de almendra
La harina de almendra es una buena alternativa para preparar dulces. Se extrae, lógicamente, de la almendras. Este tipo de harina es un buen sustituto de la tradicional ya que está libre de gluten, pero es rico en proteínas. Con las almendras también se puede preparar leche vegetal, una opción para las dietas veganas o para las personas intolerantes a la lactosa. [/multipage]
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5. Harina de cáñamo
La harina de cáñamo tiene una textura suave y se deriva del prensado de las semillas. Este tipo de harina tiene muchas propiedades nutricionales y también es adecuada para las personas diagnosticadas de intolerancia al gluten. Un buen sustituto de la harina clásica, especialmente cuando queremos reducir la presencia de alimentos refinados en la dieta. [/multipage]
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6. Harina de castaña
La harina de castaña deriva, precisamente, de este fruto, y es perfecta para las personas con intolerancia al gluten. De la castaña, además de otras múltiples opciones en la cocina, también se extrae un tipo de harina con bajo contenido en grasas, pero a cambio es rica en minerales e hidratos de carbono. Se puede utilizar para postres y elaborar pasta. [/multipage]
