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La hipocondría se puede definir como un trastorno psíquico por el cual la persona cree, de manera errónea e infundada, que padece un problema de salud. El miedo a enfermar, el miedo a sentir dolor, puede hacer que el hipocondríaco se angustie pensando en que tiene una enfermedad que en realidad no padece. El mínimo síntoma o señal de malestar (desde una mancha en la piel a un latido más acelerado del corazón) puede desatar el miedo y asociarlo con algún trastorno severo, porque el hipocondríaco tiende a ponerse en la peor de las situaciones. En otras palabras, cualquier signo que pueda alterar su estado de salud se asocia con preocupación, angustia y ansiedad. La persona hipocondríaca realmente siente los síntomas que describe, aunque estos no tiene un origen fisiológico, sino psíquico. ¿Qué hacer para enfrentarse a la hipocondría? [/multipage]
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1. Aprender técnicas de relajación
Dar un paseo, escuchar música, leer un libro o salir con los amigos. Todo ayuda a olvidarse de las preocupaciones y, sobre todo, a abrir la mente y a relajarse. También ayuda aprender unos sencillos ejercicios de relajación para realizar al final del día o nada más levantarse. [/multipage]
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2. Buscar otros temas de conversación
La persona hipondríaca vive tan pendiente de su estado de salud que esta termina convirtiéndose en prácticamente su único tema de conversación. Esto pasa factura a nivel emocional, así que uno de los primeros pasos será dejar de hablar de enfermedades porque esto no hará sino aumentar la ansiedad. [/multipage]
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3. Aprender a ser optimista
Lo que en términos de psicología se conoce como técnicas de reestructuración cognitiva y que, básicamente, consisten en modificar el punto de atención ante un señal o sensación del cuerpo. Así, en lugar de asociarlo irremediablemente a algo negativo, ¿por qué no hacerlo a sensaciones saludables y positivas del cuerpo? En este sentido, la terapia psicológica puede ayudar muchísimo. [/multipage]
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4. Evitar buscar respuestas en la red
El diagnóstico de cualquier problema de salud debe realizarlo el médico, así que olvídate de suplantarlo y de seleccionar la información que has encontrado en la red y que, curiosamente, se adapta a los síntomas que crees sentir. Tampoco es conveniente realizarse pruebas médicas frecuentes alegando padecer síntomas que, en realidad, no responden a problemas físicos. No olvides que, el mismo estrés que produce el miedo a enfermar, es el que puede estar produciendo los síntomas, entrando así en un círculo vicioso de molestias y ansiedad. [/multipage]
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5. Adoptar un estilo de vida saludable
Adoptar una serie de hábitos saludables nos ayudará a controlar mejor los pensamientos negativos sobre nuestra salud. Desde seguir una dieta sana y variada a practicar ejercicio físico de manera regular. El aprender a cuidarse hará que nos sintamos mejor a nivel físico y emocional. [/multipage]