¿Sabías que algunos alimentos, detrás de su apariencia, camuflan más calorías y grasas de las que piensas? Descubrimos cuáles son los 5 alimentos que más tienen que esconder.
Pueden parecer saludables, pero algunos alimentos tienen mucho que esconder, en concreto calorías y grasas, más de las deseables para una dieta equilibrada. Por eso es importante identificarles y, a partir de ahí, evitar abusar de su consumo.
Especialmente si nos preocupa llevar una alimentación saludable hay que conocer los alimentos que elegimos para nuestra dieta diaria. Sin embargo, algunos, aunque en apariencia puedan parecer sanos, si los ponemos bajo la lupa de los nutricionistas, resulta que no lo son tanto, y es que su contenido puede desequilibrar nuestra dieta, además de hacernos ganar peso si abusamos de ellos. Presta atención a estos 5 alimentos.
Batidos de frutas
Algunos batidos, en función de sus ingredientes y de si llevan o no azúcar, pueden superar las 1.500 calorías. Es mejor preparar los batidos de frutas y hortalizas en casa, sin azúcar, en lugar de elegir los preparados. Los vegetales son muy bajos en calorías, y si añadimos piña, se contrarresta el sabor de las espinacas o de las berzas, por ejemplo.
Muesli preparado
Si el muesli, o la combinación de frutos secos, aparece apelmazada y al tocarla se pega a los dedos fácilmente, entonces no es un producto saludable ya que, casi con seguridad, en su elaboración se habrán utilizado diferentes aceites y grasas. Es mejor tomar cantidades moderadas de muesli, ya que excederse puede hacer sumar hasta 400 calorías. Si preparamos el muesli casero reduciremos el aporte calórico.
Sopas envasadas
La sopa, en principio, es una comida saludable, pero cuidado con las sopas envasadas que pueden ser excesivamente ricas en grasas. Además otro aspecto importante es el nivel de sodio, más alto en este tipo de sopas envasadas. El exceso de sal no solo aumenta la presión arterial, sino que también constituye un riesgo para la salud al hacernos más vulnerables a padecer patologías como fallo cardiaco, enfermedades renales, problemas de estómago o ictus.
Alimentos con azúcares
Determinados alimentos cuya etiqueta indica que son libres de grasas -el queso o los lácteos, por ejemplo- pueden parecer más saludables, pero también hay que comprobar si en su elaboración se han incluido otros ingredientes, como azúcar o sirope de maíz alto en fructosa, sustancias que se añaden para alargar el tiempo de conservación pero que también añaden calorías vacías (calorías innecesarias). Hay que recordar que no todas las grasas son malas, de hecho algunas son esenciales, como las grasas monoinsaturadas, presentes sobre todo en los frutos secos y en el pescado.
Alimentos procesados que imitan la carne
Detrás de la etiqueta de alimentos como las salchichas o hamburguesas procesadas sin carne hay que desvelar qué proteína se ha empleado realmente. Y es que, en ocasiones, estos alimentos pueden contener demasiados aditivos químicos. Uno de los errores más comunes y que nos puede hacer ganar peso, aunque estemos a dieta, es tomar un tipo de proteínas inadecuadas. Cuantos más ingredientes se reconozcan en un producto más saludable será.
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