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Los riñones, junto al hígado, intestinos, piel, son los órganos encargados de mantener depurado el organismo. Sin embargo, en ocasiones, puede producirse una sobrecarga de toxinas que dificulta su trabajo. El propio organismo se encarga de avisarnos de que debemos actuar. ¿Sabías que el dolor de cabeza, la fatiga injustificada, la retención de líquidos o las erupciones cutáneas pueden ser una señal de acumulación de toxinas en el organismo? El riñón cumple la función de eliminar toxinas a través de la orina. Para favorecer esta actividad tan solo tenemos que adoptar tres sencillos hábitos, con la alimentación como eje principal. [/multipage]
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1. Incluye alimentos depurativos en la dieta
La alimentación es clave para que nuestro organismo funcione como un reloj, y esto también incluye la función depurativa. Conviene revisar la dieta, y evitar el abuso de grasas y alimentos excesivamente calóricos. Por su parte, apuesta por alimentos más saludables y que te ayudarán a eliminar toxinas, en especial las frutas y verduras (sandía, piña, papaya, limón, frutos rojos, alcachofa, pepino, puerro, espárrago…), que aportan vitaminas, minerales y antioxidantes. Su aporte de agua y potasio favorece la diuresis. [/multipage]
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2. Toma más líquidos
La hidratación es fundamental, de ahí que no debamos beber agua solo cuando tenemos sed. El agua, además de tener 0 calorías, es la mejor manera de depurar el organismo. Es aconsejable tomar 8 vasos de agua al día (uno en ayunas con zumo de limón), para facilitar el trabajo de los órganos excretores como los riñones. También es bueno apostar por los zumos verdes, preparados directamente en casa, y por las infusiones, con plantas de efecto depurativo para sentirnos más ligeras y activas. [/multipage]
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3. Reducir la cantidad de sal
La sal no es un ingrediente esencial de la dieta, sino todo lo contrario, conviene moderar su consumo y apostar por otros aderezos más naturales. Si quieres evitar la retención de líquidos, evita tener el salero a mano por el contenido en exceso de sodio. También hay que moderar el consumo de los alimentos con elevado contenido en sal, como embutidos, comidas preparadas, alimentos industriales. [/multipage]
