10 alimentos enemigos del sueño

Dormir bien es fundamental para contribuir a nuestro bienestar general. El insomnio o, simplemente, el no dormir bien (por ejemplo, despertarse varias veces durante la noche o tardar mucho en conciliar el sueño) puede ser un riesgo para la salud. La dieta, al igual que nos ayuda a cuidar nuestra salud, también influye en nuestro sueño. Así, por ejemplo, todos sabemos que el café puede generar insomnio, pero lo que seguro que no sabías es que también el chocolate, las cenas con alto contenido proteico, el alcohol o los alimentos grasos y picantes. Toma nota de los alimentos que no te dejan dormir.

Café: Todos sabemos que abusar del café puede ser la causa del insomnio. La cafeína es capaz de actuar incluso varias horas después de haberla consumido. Por eso es recomendable evitar tomar café por la noche, incluso a última hora de la tarde. La cafeína puede aumentar los niveles de adrenalina y noradrenalina, estimulando el sistema nervioso simpático. Entre otros efectos aumenta la frecuencia cardíaca y la liberación de glucosa por el hígado.
Chocolate: El chocolate también es una fuente de cafeína, especialmente el chocolate negro. Una onza de chocolate es saludable, pero no hay que exagerar, ya que además de quitarnos el sueño también nos puede aportar una dosis extra de calorías.
Carne: No es recomendable tomar carne para cenar, especialmente cuando se cena tarde. Y es que nuestro cuerpo, aunque sigue trabajando mientras dormimos, encontrará más dificultades por la noche para hacer la digestión, en especial para digerir las proteínas que sintetizan de una manera más compleja que las de otros nutrientes. Después de cenar, además, conviene esperar al menos media hora antes de irse a la cama.
Cítricos: Las frutas cítricas son enemigas del sueño. De hecho, aumentan el ácido estomacal, lo que puede dificultar el sueño.
Alcohol: Hay que tener cuidado con el alcohol que se consume, especialmente por las noches, ya que puede interferir en el sueño. El vino estimula la conciliación del sueño, pero por el contrario altera el resto de las fases del sueño, siendo contraproducente para la memoria y otras habilidades motoras. El alcohol tiene la capacidad de aumentar la sensación de fatiga.
Alimentos grasos: ¿Crees que un delicioso trozo de queso es bueno para cenar? Pues la respuesta es que no, ya que los alimentos grasos pueden interferir en el sueño. Son ricos en orexina, una hormona que estimula el apetito neuropéptido y la vigilia.
Alimentos picantes: Aunque su consumo sea limitado, el tabasco o la mostaza, son dos de los alimentos picantes que pueden tener efectos sobre el sueño. Los alimentos picantes, en concreto, pueden alterar los ritmos del sueño.
Agua: Beber demasiado agua antes de irse a la cama puede alterar el sueño, ya que la necesidad de levantarnos e ir al baño será más acuciante. Mismo efecto que tienen algunas bebidas si las tomamos por la noche, como el té, o alimentos como la sandía. Es mejor limitar los líquidos al menos dos horas antes de dormir.
Salchicha: Aunque nos gusten mucho, es mejor no limitarse en su consumo, ya que son ricas en tiramina, lo que hace que el cerebro produzca una sustancia que nos hace mantenernos despiertos.
Bebidas energéticas: No hay que abusar de las bebidas energéticas, especialmente si buscamos un descanso sin interrupciones. Muchas de estas bebidas contienen taurina, un aminoácido que es capaz de aumentar la frecuencia cardíaca, la presión arterial y el estado de alerta.