Existe un tipo de relación tóxica que es la relación de dependencia, en este tipo de relación una de los dos personas se siente totalmente dependiente del otro miembro de la pareja. Tener este tipo de relación no es bueno porque liga tu felicidad a las intenciones de esa persona o a la existencia de la relación. A continuación te descubrimos la regla de las 3 emociones básicas, para que sepas cómo afrontar una relación de dependenciaLas tres emociones básicas para saber si tienes una relación de dependencia
Las relaciones de dependencia se caracterizan porque quien las sufre experimenta siempre una serie de emociones que son repetidas durante todo momento de la relación. Las tres más características son las siguientes:
1. Miedo por terminar la relación
El miedo puede paralizarnos muchas veces a realizar cosas que son beneficiosas para nosotros, cuando se tiene una relación de dependencia emocional el miedo a quedarse solo, a comenzar de nuevo, a salir con otra gente y en definitiva a volver a tener vida social puede llevarnos a aguantar situaciones que nos hacen sufrir. Una buena táctica para descubrir si tienes este miedo es preguntarte qué harías si no te sintieras así, si la respuesta son sueños y esperanzas es porque tienes una relación tóxica de dependencia.
2. Pérdida de la propia identidad
La sensación de haberse traicionado a uno mismo es muy común en relaciones de dependencia, sentir que no se están haciendo las cosas bien y que no sabemos qué tipo de persona somos. Uno de los signos más fáciles para reconocer esta sensación es pensar en uno mismo antes de comenzar la relación y comparar el comportamiento. Si eres una persona totalmente distinta a esa imagen, debes terminar la relación.
3. Tristeza como estado natural
En las relaciones de dependencia también es muy común que la dominación por parte de uno de los miembros, haga al otro sumirse en una situación de tristeza contínua que puede terminar convirtiéndose en depresión a largo plazo. Las presiones diarias o los reproches son signos claros de dominación en la pareja, y aguantarlos de forma sistemática de tener una relación de dependencia.
Salir de nuestra zona de confort
Si tienes una relación de dependencia, debes o bien cambiarla radicalmente o plantearte dejarla. Quiérete a tí misma y no tengas miedo de nada, que el verdadero amor no hace sufrir es un motor de vida que lleva a lo más alto a quien lo experimenta.