Los hijos suelen por norma general, tener una relación más estrecha con las madres. Cuando son pequeños de hecho desarrollan su gusto por las mujeres en función de las características de su madre como modelo femenino. Pero, ¿hasta qué punto esto es normal y en qué momento puede llegar a convertirse en un problema? Existen muchas madres e hijos que mantienen una relación demasiado estrecha durante la madurez, generalmente entorpeciendo la vida conyugal del hombre y creando problemas familiares graves.
Cómo descubrir si tu chico tiene una relación demasiado estrecha con su madre
Síndrome del nido vacío
Aunque la relación madre e hijo es cosa de dos, quien debe romper con ese tipo de relación y marcar los límites es la madre. Esta es quien debe comprender que su hijo es un hombre adulto y necesita crear una familia y un hogar independiente. El problema aparece cuando la madre padece el llamado síndrome del nido vacío. Este síndrome sucede cuando una mujer es todavía joven, sus hijos son ya mayores e independientes y el hecho de que no necesiten sus cuidados descoloca por completo su esquema de vida. Durante muchos años, han dedicado gran parte de sus vidas a criar a sus hijos, y sin darse cuenta el tiempo ha pasado y vuelven a un modo de vida similar al que tenían antes de formar una familia. Esto puede suponer un duro golpe sobre todo si los hijos se marchan de casa difícil de superar. Si tu suegra es joven y está sola, debes darle atención y hacer porque mantenga el contacto con su hijo y contigo, pero sin exceder los límites.
Pérdida de intimidad
Otra de las señales de que tu novio es un enmadrado es la pérdida de dignidad. Si tu suegra aparece en tu casa de forma diaria con la excusa de ayudaros o de visitaros, ten cuidado. Siempre está bien tener una relación estrecha con los suegros pero hasta cierto punto. Cuando existe un tipo de relación enfermiza entre ellos, la intimidad desaparece. Verás que está en tu casa continuamente, que se entromete en vuestros asuntos, que decide sobre asuntos cruciales de la relación y que además intenta demostrar continuamente su supremacía ante ti. Esto último no lo hará de forma consciente pero intentará dar la imagen de ser mejor que tú por el miedo a ser sustituida. Por ejemplo, en la cocina si intentas cocinar un pastel, ella hará uno mejor y esto, aplicado a todas las áreas. Si recibes estas señales, debes hablar con tu pareja.
Ganar la batalla
Si todavía no vivís juntos, es posible que si tu novio mantiene una relación enfermiza con su madre seas apartada o sustituida por ella en muchas ocasiones. Pasar la tarde con ella, ver su programa de televisión favorito o llevarla a algún sitio en concreto pueden ser cosas normales y lógicas que hacer por tu madre cuando no se convierte en algo diario y que entorpece tu relación. Si estas cosas ocurren de forma puntual o se te incluye en comidas familiares y demás acontecimientos, no debes preocuparte. Pero de lo contrario, si tu novio deja de verte o pasar tiempo contigo porque es necesario pasarlo con su madre preocúpate porque es una clara señal de novio enmadrado.
Compatibilidad de relaciones
Independientemente de la relación que tenga tu novio con su madre, es importante para una relación sana que tú estés integrada en ella. Una suegra puede ser un regalo siempre y cuando la relación que mantenga con su hijo sea normal. Pasar tiempo juntos de vez en cuando es algo normal y precioso que debes respetar, pero cuando la madre no acepta que sea un hombre y pretende mantener la misma relación con él que cuando eran pequeños, debes hablar con tu pareja seriamente y hacerle ver que no pasa nada malo, pero que sus necesidades ya no son las mismas que cuando era un niño y debe mantener otro tipo de relación con su madre. Además de ser capaz de resolver los problemas que puedan surgir con la suegra, lo más importante es la comunicación, si tienes un novio enmadrado, debes tener paciencia, tacto y hacerle ver las cosas.
