¿Por qué siempre nos llama la atención todo lo prohibido? Desde pequeñas siempre nos hemos sentido atraídas por lo que nos han prohibido, y convertidas en adultas todavía más.
Desde que nacemos, nuestros padres o profesores nos han ayudado a distinguir lo que estaba bien de lo que estaba mal, o lo que se podía y no se podía hacer, pero sin saber por qué razón, cuando te decían algo como: “Eso no se toca”, un 95% no podía resistirse y lo tocaba, a pesar de saber perfectamente que después se iba a llevar una buena reprimenda.
Pues sencillamente esto se define como tentación, y es que según la religión católica desde el principio de los tiempos esta sensación se conoce como el fruto prohibido que Eva le dio a probar a Adán, afirmando que el ser humano es débil, y tienen razón.
Pero esto no solamente ocurre en la infancia, ya que en la madurez existen situaciones similares, y sobre todo en una pareja.
Cuando no tenemos pareja la mayoría está buscando un hombre que le haga feliz, pero si ese hombre con el que nos encaprichamos tiene pareja o está casado, resulta algo irresistible para muchas, que no se dan por vencidas tan fácilmente; y en el caso contrario, si tenemos pareja constantemente nos asaltan dudas acerca de lo que debemos y no debemos hacer, y lo que queremos o no, cayendo muy fácilmente en la llamada infidelidad, más frecuentemente en el caso de los hombres, y tras la cual es muy difícil recuperar la confianza perdida.
Seguramente a todas les ha pasado que en el momento de ponerse a dieta, lo único que les apetece es comer chocolate, dulces y todo lo que tienen terminantemente prohibido, pues con los hombres ocurre exactamente lo mismo.
Todas las mujeres tienen algún tipo de fantasía que por una razón o por otra no se atreven o no quieren contar a su pareja para que siga siendo una fantasía, o bien porque seguro que no les gustará demasiado, como por ejemplo compartir su cama con algún otro hombre, etc.
Lo más normal es que nunca lleguen a hacerlo, pero también hay que pensar que esa tan sólo es una parte de la relación, importante, pero tan sólo una parte y existen dos soluciones, o desvelar esas fantasías secretas a tu pareja, o cumplirlas con otra persona, ¿qué merece más la pena?
Por si tienes alguna duda, has de saber que esas tentaciones y fantasías vas a tenerlas siempre, y seguro que si llegas a cumplirlas algún día, más tarde perderán su encanto. Piensa que tu chico también las tiene como todo el mundo y que los sueños pueden cumplirse pero no siempre. Es tu decisión.