Discusiones de pareja: Evítalas después de vacaciones. Durante las vacaciones aumenta considerablemente el tiempo que pasas con tu pareja y, con él, los motivos y las oportunidades para las discusiones. Lo habitual es que se note más después de la temporada de verano, porque es la época del año en la que tiene vacaciones la mayor parte de la gente, pero también en Navidad la convivencia es mayor y, normalmente, viene acompañada de la presencia de la familia, lo que pone más difícil la situación. Pero las discusiones se pueden evitar si los dos ponéis de vuestra parte. Quizá estos consejos te sirvan de ayuda.
Todo el año deseando que lleguen las vacaciones para poder pasar tiempo en pareja y, cuando llegan esos días, descubrimos que no sabemos estar juntos. Nos damos cuenta de que los defectos de nuestras parejas nos molestan más de lo que parecía, no podemos dejar de discutir, y la vuelta a la rutina lo acentúa. Evítalo.
- Es muy importante el diálogo. Siempre lo es, pero mucho más en estas circunstancias. Debemos exponer a nuestra pareja cómo nos sentimos y escuchar lo que nos diga el otro de manera activa, no sirve el escuchar sin prestar atención. Lo ideal es que nos tomemos un tiempo para reflexionar lo que nos ha dicho.
- Una vez que los dos conocemos la situación, tenemos que aceptar nuestros errores, no esquivar la culpa y pedir perdón por lo que sintamos que hemos hecho mal.
- Para evitar que las discusiones y peleas lleguen a un punto de no retorno, es muy conveniente abordar un problema en cuanto se produce. Lo único que conseguimos si acumulamos los enfados es hacer una montaña que es muy difícil de salvar. Por ello es importante hablar de todos los aspectos que nos molestan justo después de que se produzcan para buscar una solución entre los dos.
- Pero lo fundamental para evitar discusiones, sobre todo después de vacaciones, es “hacer borrón y cuenta nueva”. Una vez que los asuntos están discutidos y quedan zanjados, se olvidan, puesto que retomar discusiones pasadas solo trae malas consecuencias.
- En cuanto los problemas en las parejas con hijos en Navidad, los estudios señalan que el motivo principal es el desacuerdo en torno a quién tiene el mando de la televisión. A esta causa le siguen la falta de ayuda en casa y las trampas en los juegos de mesa. Estos motivos se pueden perpetuar a lo largo del año, así que hay que tener cuidado y elaborar horarios o planings con lo que se ve en la tele o las tareas que tiene que realizar cada miembro de la familia.
Si los dos miembros de la pareja ponen de su parte, será fácil sobrevivir, no solo a las vacaciones, sino también a la vuelta a la rutina.
