Son muchos los científicos que se han dedicado al estudio de las relaciones de pareja y todos ellos lo han hecho esperando dar respuesta a una de las preguntas que todos nos hacemos: ¿el amor es para siempre o tiene fecha de caducidad? La respuesta en sentido biológico es clara, pero, ¿por qué hay parejas que permanecen unidas el resto de sus vidas? Parece que a este respecto la ciencia poco tiene que aportar.
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El amor biológicoLos estudios que se han realizado a este respecto en diferentes universidades de todo el mundo coinciden en que, durante la época de ‘enamoramiento’ el cerebro segrega una serie de sustancias. Estas, entre las que se encuentran la oxitocina y la dopamina, son las responsables de estado de éxtasis tan característica del comienzo de cualquier relación de pareja.
Durante un tiempo se encuentran en plena ebullición y es entonces cuando se proyectan todas las esperanzas y carencias hacia la otra persona. Esperas que te haga feliz en todos los aspectos y obvias sus posibles fallos.
Sin embargo, llega un momento en el que los niveles de todas esas sustancias empiezan a descender. Los científicos han descubierto que esta bajada se produce en la mayoría de los casos a los cuatro años. Por tanto, sí, el amor (biológicamente) caduca a los cuatro años. ¿Pero qué pasa después?
El amor psicológicoLo que ocurre después es que prevalecen otro tipo de sentimientos. Esas famosas sustancias químicas ya no son lo único que mantiene unida a una pareja. Aquí entran en juego otros factores que poco tienen que ver con la ciencia como son el compromiso, la intimidad y la pasión.
Una relación estable y duradera debe fundamentarse en esos tres pilares que el psicólogo Robert Sternberg denomina Teoría triangular del amor. En ella define estos tres elementos como: comprometerse a estar juntos, cercanía emocional y atracción sexual.
Para que una relación sea para siempre se tienen que dar todos a la vez y además trabajar en ellos a lo largo del tiempo. Así que sí, el amor puede ser para siempre si las dos personas se proponen que así sea porque sin voluntad por ambas partes será imposible.
