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Existen 7 razones para flirtear con un niño de mamá. Y es que, en estos tiempos están en auge, pero debemos hacer una distinción básica. Hay quien vive en casa los padres por causas de fuerza mayor, otra cosa diferente es que una persona se resista a no perder los privilegios adquiridos, y sobre todo, la atención de mamá.
La última categoría no es sólo la de mayor riesgo, sino también, a pesar de lo que pensamos, mejor, al menos en algunos puntos de vista. He aquí, pues las 7 razones inesperadas por las que es digno de coquetear con un niño de mamá. Pero si eres tú la novia, descubre con nuestro test si tu chico es uno de ellos. [/multipage]
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1.- Es valiente
El niño de mamá es aparentemente todo menos valiente, pero si nos fijamos bien, revela que es absolutamente audaz. En resumen, se necesita mucho coraje para vivir con los padres cuando se tiene más de 35 años. ¿A qué estará esperando para independizarse, a una princesa de cuento de hadas? [/multipage]
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2.- Es generoso
En estos tiempos que corren no es fácil ser generoso con nuestra pareja, entre alquiler, facturas, impuestos, seguros y demás historias no llegamos a fin de mes. Pero el niño de mamá no conoce la crisis y puede permitirse grandes regalos. Al fin y al cabo, sus padres le sustentan los gastos más importantes, como la casa o el coche. [/multipage]
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3.- Adora a la familia
Cuando se trata de la familia, es inmejorable, no hay nada que le llegue más al corazón. Y es que, casualmente, no quiere desprenderse. El único defecto es que ama su origen, y cambiarle sus costumbres puede ser muy complicado. Ojo a las claves que nos muestran el hombre equivocado. Eso sí, no le importará ir a reuniones familiares. [/multipage]
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4.- Lleva un estilo de vida envidiable
Si para el hombre medio de hoy en día ya es demasiado poseer un piso y un coche con el que para lograr llegar al trabajo, para el niño de mamá es una historia diferente. Él tiene un súper coche, una casa de ensueño y puede darse el lujo de gastar el sueldo a voluntad. No dejes pasar esta oportunidad. [/multipage]
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5.- Es tierno
El niño de mamá es, por razones obvias, un blando. Le gustan los abrazos más que cualquier otra cosa. Lástima que sea la madre la única que se los da. Eso sí, con un poco de tiempo, puedes hacer que caiga rendido en tus brazos. Entonces disfrutarás de mil detalles románticos por su parte… ¡no le cuestan! [/multipage]
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6.- Es tolerante
Vivir con los padres, sobre todo después de cierta edad, implica mucho esfuerzo. Seamos realistas, necesitamos una buena dosis de tolerancia para soportar la charla de mamá y el consejo de papá. Es algo que viene muy bien en parejas. [/multipage]
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7.- Es ingenuo
Aunque se aprovecha de mamá y papá, el niño de mamá es un niño grande. La mayoría de las veces no puede mantenerse por sí mismo no sólo por comodidad, sino por miedo. Es un defecto que puede ser útil, ya que puedes embaucarle fácilmente. [/multipage]
