Casi todos los problemas que pueden surgir en una pareja tienen solución, solo hace falta que ambos tengan la voluntad de arreglar lo que ha ido mal. Sin embargo, hay una serie de conflictos que, por su naturaleza, son irreparables. Eso no quiere decir que tengan que romper la pareja necesariamente pero ignorarlos no traerá nada bueno. Una vez que surja alguno de estos estos tres problemas, lo más probable es que todo acabe.
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Estar en desacuerdo en cuestiones básicas
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Cuando cada uno de los miembros de una pareja tiene una visión diferente del futuro que quieren suele ser sinónimo de ruptura, a no ser que uno de los dos renuncie a sus sueños. Por ejemplo, si uno de los dos quiere tener hijos y el otro no, si uno quiere irse a vivir fuera para siempre y el otro no está dispuesto a dejar su ciudad…
Normalmente esta serie de conflictos en los que ninguno de los dos puede ceder sin perder una parte importante de si mismo suelen dar al traste con la relación. Y es que ante todo, cada persona debe cuidar de la relación que mantiene consigo mismo.
Que se termine el amor
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Si se acaba el amor no hay nada que hacer. Son muchas las parejas que, por costumbre o miedo a estar solos, permanecen unidas a pesar de que han dejado de quererse. Pero el amor es fundamental para que en una relación de pareja haya respeto y compromiso, dos de los pilares básicos.
Enamorarse de una tercera persona puede suponer un obstáculo bastante grande, pero mientras no se acaben los sentimientos por tu pareja no todo está perdido.
Pérdida de la confianza
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Las infidelidades, las mentiras, el no incluir a la otra persona en la toma de decisiones importantes, el anteponer otras relaciones (familiares o de amistad) a la de la propia pareja minan en gran medida el sentimiento de confianza que debe haber en toda pareja.
La confianza es algo delicado, porque una vez que se pierde, es muy complicado restaurarla. Normalmente cuando se produce algún tipo de traición por parte de uno de los miembros de la pareja hacia el otro esto suele crear una brecha entre ambos que difícilmente se puede reparar.
Las infidelidades son uno de los principales conflictos, poca gente es capaz de perdonarlas, pero no son los únicos. Las mentiras acerca del trabajo o de problemas económicos y también las adiciones suelen afectar en gran medida a la confianza depositada en el otro.
