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Al final la verdad salió a relucir. Alberto se entera de que Cristina le ha engañado y no es la madre del que hijo que espera. Un sinfín de reproches y una situación incómoda que provocan que ambos decidan no volverse a ver jamás. Parece ser el final de ella, que se ve por primera vez sola. Por su parte, no le fueron nada bien las cosas a Alberto en este capítulo de Velvet, que además ha decidido abandonar las galerías. Esto provoca un acercamiento con Ana, que veremos si se puede certificar.
Cuando el médico le permite a Alberto ver a Cristina, él no duda ni un momento en confesarle que ya sabe que el hijo que está esperando no es suyo. Cristina trata de seguir ocultando la mentira y se cubre confesándole que todo lo que hizo fue por él, para no perderle. Los dos se llenan de reproches y se confiesan mutuamente que ojalá nunca se hubiesen conocido.
El periódico llega como cada mañana a las galerías pero esta vez, la portada revolucionará el panorama social. El Crónica dedica su portada a la verdad sobre el matrimonio de Alberto y Cristina con un titular que cambiará radicalmente la situación vivida en las galerías durante las últimas semanas: “Cristina Otegui espera un hijo de otro hombre”. Se ha acabado el momento de fama de Ana y ahora será Cristina el foco de la prensa. Parece que la conversación de Alberto con Michelle ha logrado su objetivo y que Cristina beberá de su propio veneno.
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Por otro lado, Alberto ha vuelto a contactar con Enzo Cafiero para proponerle distribuir la colección de Phillipe Ray en el mercado internacional. Ya que la colección creada por Ana no ha tenido una buena acogida en España por la intromisión de la prensa, Alberto propone a Enzo ir un paso más allá y hacer que los maravillosos diseños puedan ser vendidos internacionalmente.
Pero él, a pesar de saber que Phillipe es el verdadero diamante en bruto de los diseños creados por ‘Velvet’, tiene otro negocio en mente. Busca ir más allá y comprar ‘Velvet’ para asegurarse de que Ana tendrá una gran proyección mundial y se convierta en todo un hito. Alberto tiene sólo tres días para decidir si vende o no el negocio familiar del que lleva viviendo toda la vida.
Por último, Ana no consigue levantar cabeza tras lo ocurrido en el desfile donde hico el ridículo. La sobrina de don Emilio piensa mucho sobre lo sucedido y con decisión se viste con su bata blanca de costurera y regresa al taller. Sus compañeras no dan crédito a lo que ven. Todos tratan de abrir los ojos a Ana, en especial Raúl de la Riva que intenta que su amiga no tire por la borda todo su talento y esfuerzo. «No he logrado nada, solo ser la comidilla de toda la ciudad«, contesta una tajante Ana. ¿Volverá a diseñar?
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En el próximo capítulo…Todos en las galerías hablan de la gran noticia que publica la prensa: la confesión de Alberto acerca de su relación con Ana y la paternidad del hijo de Cristina. Las nuevas circunstancias abren una pequeña posibilidad para que Alberto y Ana vuelvan a acercarse.
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Cristina está más sola que nunca tras la publicación de la historia de Alberto: su familia y amigos le han dado la espalda y es la comidilla de todo Madrid. Está tan desesperada que incluso contemplará la posibilidad de acabar con su vida.
Mientras, Alberto chantajea a Patricia para quedarse con sus acciones y no revelarle a Valentín la verdad sobre su romance con Jonás. Ahora puede vender las galerías a Cafiero y convertir a Ana en la próxima Coco Chanel. Después de eso se irá para siempre.
