¿Cuántas veces te ha pasado que una prenda te ha encogido por no escoger el programa de lavadora adecuado o por introducirla en la secadora sin tener en cuenta los cuidados de la tela? Seguro que más de una, pero tienes que saber que no estás sola. Eso sí, da mucha rabia cuando se trata de nuestra prenda favorita, e incluso impotencia si es ropa de otra persona. Por ello, te damos unos tips para devolver la ropa a su tamaño original. ¡Nunca más tendrás que retirarla!
Moja la camiseta
Este truco es el más sencillo de los que te vamos a contar, pero es realmente efectivo. Moja tu camiseta y escúrrela un poco con cuidado. A continuación, tienes dos opciones: o tenderla en una percha para que su propio peso sea el encargado de estirarla, o ponértela para que se adapte nuevamente a tu cuerpo. La segunda opción es la que mejores resultados da, por lo que te la recomendamos especialmente si se trata de una prenda de algodón. Eso sí, ten cuidado al colocarla, no vayas a estirarla por algún lugar indebido y la deformes.
Acondicionador
¿Creías que tu acondicionador sólo hacía milagros con tu melena? Pues también es capaz de salvar la vida a tu ropa. Vierte agua tibia en un recipiente y agrégale una cantidad razonable de acondicionador. Introduce tu prenda en el agua y mantenla durante unos segundos a remojo. A continuación, estira con cuidado la prenda para ensancharlas, de modo que vuelva a su tamaño original. ¡Pero cuidado no te pases!
Cuando ya lo tengas, tan sólo sácala del agua y colócala en una percha, dejándola secar por sí sola. El propio peso del agua hará que se estire y recobre su auténtico tamaño.
Este truco es especialmente útil para las prendas de lana, aunque debes tener en cuenta que son sensibles, por lo que no es recomendable tenerla sumergida en el agua durante más de 15 minutos.
Bicarbonato y vinagre
Por si te parecían pocas las propiedades del bicarbonato y las del vinagre, aquí te presentamos otra. Su combinación es ideal para estirar la ropa, y es realmente sencillo de aplicar. Tan sólo deberás disolver una pizca de bicarbonato con una cucharada de agua caliente, y agregar el resultado en un recipiente con agua tibia. Será aquí donde debas introducir tu prenda y comenzar a estirarla. Cuando acabes, prepara otro recipiente con agua y un poco de vinagre, donde deberás enjuagarla y volver a estirarla. Cuando acabes, tiéndela como normalmente haces, y a las pocas horas podrás observar el resultado.