Para una madre o un padre sería difícil comparar tener un hijo con el hecho de tener mascota. ¡Claro! No lo es. Sin embargo, la crianza de los hijos y la responsabilidad de las mascotas en muchas ocasiones tienen mucho en común. Y es que las mascotas son como babys con pelos y dientes que requieren mucha atención.
Debes limpiarles su popó y su pipí
Si a tus hijos tienes que limpiarles constantemente hasta que llegan a una edad determinada, ten por seguro que con tu mascota te pasará lo mismo. ¡Y nunca acabarás! Los animales domésticos necesitan muchos cuidados e higiene. Al igual que llevas los pañales si sales con tu bebé, debes cargar la bolsita de excrementos al parque cuando sacas a pasear a tu perrito y demostrar ser una ciudadana ejemplar.
Siempre tendrás que estar pendiente de sus comidas diarias
En efecto, quizás tener un hijo lleve un poco más de trabajo en la cocina que poner una medida de pienso en un plato de mascotas, pero al final del día, la responsabilidad porque estén bien alimentados es parecida. Hoy en día, muchos dueños de mascotas se preocupan por la alimentación de sus amados amigos. Existen dietas específicas para perros, incluso con los mismos procesos de elaboración que las comidas humanas.
Van contigo allá donde vayas
Si deseas salir de vacaciones debes preocuparte por llevar a tu mascota contigo, al igual que lo harías con tu hijo. Y si no es posible o es un viaje de trabajo, necesitarás una persona amigable que la cuide, algo así como una «abuela de mascotas». Incluso, existen guarderías especializadas.
Inviertes en su salud constantemente
Hay personas que llegan a gastar más en la salud de sus perros que en la de sus hijos. Y es que las mascotas también se enferman y los centros veterinarios suelen ser muy costosos. ¡Se necesita un seguro de mascotas!
Siempre te darán su amor incondicional
Verdaderamente, esta es la razón fundamental por la que merece la pena. Un hijo siempre te dará satisfacciones infinitas cada vez que te diga que te quiere o te de un maravilloso abrazo. Una mascota te será fiel constantemente, te besará y acariciará mostrándote el amor infinito que siente por ti. Ambos te agradecerán a su manera todos los sacrificios que haces por ellos, el primero con un enternecedor abrazo y el segundo con un grande y baboso lametón.
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