Un nuevo año siempre es concebido como una nueva oportunidad. Una nueva y reluciente cantidad de tiempo intacta para nuestro uso y disfrute. Por ello, es habitual recurrir a supersticiones y trucos con tal de aumentar nuestras posibilidades de vivir un año próspero y feliz. Algunos de estos rituales de la abundancia son sencillos; otros, requieren de cierta preparación; y, por último, algunos requieren que te pases el día 30 y la mañana del 31 dándole cera a tu ritualito, tarea que no sería un engorro si la efectividad del mismo estuviera cien por cien demostrada. Sea como sea, aquí tenéis una lista de acciones que provocan la ilusión de que todo va a ir bien por arte de magia. Acciones también conocidas como rituales de la abundancia.
1. Justo a medianoche, barrer con una escoba hacia el exterior de la vivienda. Ideal para guarretes que se han pasado el año echando la mugre debajo de los muebles. Nada motiva más para barrer la casa la motivación de que el año venidero sea estupendo. Aunque algunos ni con esas.
2. La tradición de comer 12 uvas (o incluso cerezas), una por cada mes del año, es un ritual cuya finalidad es proveer salud. Lógico, las piezas de fruta que no te has comido en todo el año te las zampas en un momentito y en miniatura. Trucazo.
3. Confeccionar un muñeco con ropa vieja. De relleno, utilizar serrín, papel y ¿pólvora? Sí, pólvora. Y ahí no acaba la cosa. Para finalizar este ritual, es necesario prenderle fuego al muñeco a las doce de la noche, para que con él se extinga todo lo malo del año. Ritual peligroso y engorroso donde los haya. Nada recomendable (sobre todo porque NO FUNCIONA).
5. A medianoche, tener los bolsillos llenos de dinero. Después de la pasta invertida en la entrada a la fiesta de Nochevieja, el vestuario y las cervecitas preparty, este ritual se presenta complicado, por no decir imposible. Más aún teniendo en cuenta que la tradición recomienda llevar billetes y no monedas. ¿La finalidad? Obviamente, que no te falte dinero.
6. Recibir el año nuevo con dinero dentro de los zapatos. ¡Hala! Como no había sido ya difícil rellenar los bolsillos a base de billetes pequeños, ahora encima tienes que ocuparte de los zapatos. Aquí sí que no es recomendable meter monedas, sobre todo si llevas tacones y no traes zapatos planos de repuesto.
8.– Este ya es la monda. Se trata de un ritual específico para las mujeres. Si quieres encontrar novio (como suele ocurrir con las tradiciones, esta no contempla ningún otro tipo de orientación sexual que no sea MUJER HETERO BUSCANDO HOMBRE HETERO), debes ponerte calzoncillos de color amarillo que hayas recibido como regalo. ¡Agárrate! Ahora imagina que te funciona la movida y ligas, y estás tú toda hetero con el chorbo en cuestión todo hetero, y le enseñas tus calzoncillacos de Bob Esponja recién estrenados. Desde luego, esta tradición es de mecha muy corta. Te sirve para iniciar el primer contacto, pero repeler al sujeto en cuestión en cuanto se pasa a la acción. Un desastre. Encima tienen que ser regalados. A ver cómo le dices a tu abuela que este año te regale unos calzoncillos del Lidl para ligar.
9. Llevar ropa interior roja. Nada como cenar con toda tu familia paterna llevando debajo un picardías.
10. ¡Otra de ropa interior! Póntela al revés la noche del 31. Otra ideal para guarretes, que pensarán que van a tener una suerte increíble, ya que llevan dándole la vuelta a la ropa todo el año.
11. El anillito de oro en la copa de champán. Ojo con la emoción, el puntito ya cogido y las risitas, que se te va el anillo por toda la tráquea y eso sí que es empezar el año de pena (si logras empezarlo).
13. Comerte un plato de lentejas al comenzar el año. ¡Claro que sí! Después de la intoxicación etílica del día anterior, recién levantada a las tres de la tarde, nada mejor que un platazo de lentejas. Las posibles consecuencias no serán descritas en este post, tranquilas.
Hasta aquí nuestra lista de rituales. ¡Felices fiestas, y feliz año nuevo! Seguid atentas a Ella Hoy para más curiosidades navideñas.