El lenguaje corporal es muy importante para relacionarlos correctamente con los demás, sí, pero también para descubrir cómo somos nosotras mismas a través de nuestros movimientos. Si quieres saber un poco más sobre la relación hay entre la personalidad y la forma de sentarse, ¡sigue leyendo! Te contamos qué dice de ti cómo te sientas.
Tu personalidad según tu forma de sentarte
¿Cómo está tu cuerpo?
- Postura erguida. Aunque es la postura que los médicos recomiendan, muy poca gente es capaz de sentarse completamente derecha incluso cuando están relajados. Esto dice de ti que eres una persona muy fuerte, por lo que no es de extrañar que más de una vez te busquen cuando necesiten ayuda. Pero esto no quiere decir que no sepas divertirte, ¡todo lo contrario! Simplemente te gusta más dedicarte a los pequeños placeres de la vida que convierten tu día a día en algo mágico.
- Inclinado hacia atrás. Eres muy observadora con todo lo que pasa a tu alrededor y te encanta analizar cualquier gesto o suceso que puedas presenciar. Por lo general, todo esto te convierte en una mujer amante del empirismo pero también hace que te alejes a la hora de interactuar con el resto.
- Arrodillado. Aunque es la postura típica para sentarse en Japón, lo cierto es que en nuestra cultura está más ligada a una vida de esfuerzo y sacrificio. Eres muy activa y no tienes problema alguno en liderar cualquier proyecto.
- Jorobado. Cuando echamos los hombros hacia adelante no solo perjudicamos la salud de nuestra espalda, sino que también mostramos un semblante cansado y desmotivado.
¿Cómo están tus piernas?
- Con las piernas a un lado. Si te apoyas sobre un muslo y echas ambas piernas hacia un lado, eres una persona cariñosa, dulce y muy coqueta.
- Con ambas piernas cruzadas. Esta forma de sentarse también se conoce como la pose india y suele realizarse en el suelo. Revela que te sientes abierta, segura de ti misma y a gusto en el entorno que te encuentras. Te encanta el deporte y más de una vez te han dicho que eres una de las personas más atrevidas que han conocido.
- Tobillos cruzados. Si por naturaleza sueles cruzar las piernas de forma que los tobillos se tocan entre sí, has de saber que eres refinada, elegante y muy abierta. Das seguridad con tu sola presencia y siempre das a entender que te sientes cómoda allá donde vas, lo que muestra una gran seguridad en ti misma.
- Una pierna sobre la otra. Cruzar las piernas de modo que una esté encima de la otra significa que eres muy organizada y cumplidora. Eres capaz de mantener la calma en momentos caóticos y sabes cómo dirigir al resto para que todo salga bien.
- Piernas juntas. Eres especialmente inteligente, aunque si un defecto sobresale de ti es tu impaciencia y tu carácter fuerte. Eso sí, relajada puedes llegar a ser la persona más dulce del planeta.
- Pies separados y rodillas juntas. Siempre tienes un tema interesante para iniciar una conversación, pero eso no quiere decir que no sepas escuchar. Eres un tanto infantil y no soportas mentir.
- Pies juntos y rodillas separadas. Aunque eres muy amable con el resto del mundo, sabes que tú eres la persona más importante de tu vida. Te sueles distraer con facilidad y eres muy autoexigente, por irónico que parezca.
¿Cómo están tus manos?
- Brazos cruzados. Los brazos cruzados siempre muestran un estado defensivo. No te gusta mostrar tu interior y no quieres que nadie intente verlo a la fuerza. Sueles ser seria y reflexiva, aunque también muy empática.
- Brazos en el apoyabrazos. Si no soportas estar en sillas sin apoyabrazos y te sientes más segura en las que sí los tienen, tenemos que decirte que eres especialmente sensible a los cambios del entorno. Te gusta sentir cobijo con el respaldo, aunque eso no quiere decir que seas débil. De hecho, eres consciente de cómo es tu interior, lo que te ayuda a seguir adelante y superar cualquier dificultad.
- Manos entre los muslos. Cuando escondemos las manos entre nuestros muslos mostramos timidez, humildad y tranquilidad. Eres especialmente sensible y capaz de alegrar el día a cualquiera.
- Manos cruzadas sobre los muslos. Eres muy tranquila, pacífica y amable. No eres muy social y te gusta pasar tiempo con una única persona antes que con un grupo. No obstante, tus conversaciones siempre son memorables, ya que tienes un universo interior maravilloso.
- Manos apretadas. Al entrelazar nuestros dedos y apretar mostramos nerviosismo y un control por parte de las emociones. Sueles decir siempre lo que piensas, aunque a veces puedas arrepentirte.
¿Dónde estás sentada?
- En el centro. Si cuando vas a sentarte en un sofá te sientas justo en el centro, has de saber que eres una de las personalidades líderes del grupo. Muestras confianza, seguridad en ti misma y valentía. Además, eres muy abierta socialmente, por lo que no te cuesta hacer amistades.
- En una esquina. La timidez invade tu cuerpo, o quizá sea que no te gusta demasiado el contacto con la gente. Sea como sea, lo que realmente importa es que adoras que respeten tu espacio vital y, por lo tanto, tú también buscas ofrecer lo mismo al resto.
- En el hueco libre. Incluso optar por sentarte donde haya un pequeño hueco en lugar de quedarte de pie dice mucho de ti. Muestra que eres sociable, que te sientes bien entre personas desconocidas y que eres lanzada a la hora de abrir tu mente y luchar por tus sueños.
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