Mi mascota no quiere comer: ¿Qué hago?

Las mascotas no sólo son un animal que vive en nuestra casa, sino que en ocasiones podemos tratarlas incluso como a un hijo. Una de las mayores preocupaciones para quienes tenemos una es que pierda el apetito por completo, y es que cuando se niegan en rotundo a comer cualquier cosa pueden llegar incluso a enfermar. Te indicamos qué debes hacer cuando tu mascota no quiere comer.

Identifica el problema
Que tu mascota pierda de repente el apetito es una anomalía que debemos tener en cuenta, ya que es un claro indicador de que algo no va bien. Lo primero que deberás hacer es identificar el origen del problema y la intensidad que presenta. Esto último es clave para determinar si realmente existe un problema o no, ya que muchas veces nos preocupamos porque no come lo suficiente cuando en realidad el animal ya está saciado. En caso de tratarse de una pérdida total del apetito de forma abrupta, habrá que actuar con rapidez.
Entre los motivos principales de la pérdida de apetito, encontramos la corta edad, que la comida no es de su agrado, el estrés por cambios de ambiente, una vacunación reciente y problemas de comportamiento que les haga sentir incómodos. No obstante, también puede ser un indicio de enfermedad, pero este caso es más difícil de detectar.

¿Qué hacer?
En muchas ocasiones es suficiente con proporcionarle un ambiente tranquilo para eliminar su estrés e ir probando distintas comidas aptas para tu mascota, ya que igual se deba a que se ha cansado de la que come habitualmente o que no le guste. También es muy recomendable que sigas un horario regular para que su cuerpo se adapte a él, e incluso que aumentes su actividad física para fomentar que el apetito surja de forma natural. Otra idea es que conviertas la comida en un momento divertido en el cual puedes lanzarle bolitas de pienso para que él las persiga.
Si se trata de un cachorro, es importante que calientes un poco su comida y que lo mantengas siempre a una temperatura corporal adecuada, ya que el frío puede inmovilizarlo. También puedes ayudarlo a eructar dándole unas palmaditas en la espalda igual que con un bebé, ya que puede deberse a que tiene el estómago lleno de gases y se sienta hinchado.
En caso de que nada de lo anterior funcione, lo mejor que puedes hacer es acudir al veterinario cuanto antes para determinar la auténtica causa de que no quiera comer. Él se encargará de hacer un examen médico a tu mascota y determinar si sufre algún tipo de trastorno o enfermedad. Por supuesto, le proporcionará una dieta adecuada y el tratamiento que necesita para recuperarse por completo.

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