Las casas mini o tiny house están cada vez más de moda. Te contamos qué son, cómo viven sus propietarios y también cómo puedes unirte a este movimiento que promete simplificar tu vida y hacer que disfrutes mucho más de tu tiempo libre.
El fenómeno de las tiny houses nació en Japón, en los años 90, cuando como consecuencia de la recesión económica y los altos precios de las viviendas, los más jóvenes empezaron a mudarse a casas de menos de 40 m2 situadas en las afueras de las ciudades. Pronto este movimiento empezó a contagiarse a Estados Unidos donde cada vez es más popular.
Un estilo de vida minimalista
Las minicasas tienen las mismas comodidades que una casa normal. El espacio es reducido sí, pero está muy bien aprovechado. Estos hogares demuestran que en muy poco sitio puedes tener todo lo que necesitas, pero solo eso. Olvídate de pertenencias superfluas que te dan trabajo, que hay que limpiar, mover, ordenar… en una tiny house el espacio suele ser de entre 10 y 30 m2, así que nada de acumular. Y es que tu casa puede decir mucho sobre ti.
Otra de sus ventajas es que suelen tener ruedas, así podrás cambiarte de ciudad o pueblo sin necesidad de empaquetar todas tus cosas y decirle adiós al hogar que has creado a lo largo de los años. Como ves, muchas de ellas son cabañas que parecen sacadas de un cuento. Sus propietarios suelen instalarse en plena naturaleza, en bosques, cerca de ríos, entre las montañas o en plena playa.
Para que te hagas una idea, su diseño suele estar inspirado en el de las casas barco o las autocaravanas, unas de las primeras tiny houses móviles.
Medidas de ahorro
Mientras que en nuestro país se tarda de media unos 35 años en pagar una casa, el precio de las tiny houses equivale a tres años de alquiler. Sin duda una cantidad mucho más asequible que te permitirá ser propietario si ahorras lo suficiente durante unos pocos años.
Al ser tan pequeñas, estas casas permiten a sus dueños ahorrar bastante en facturas de luz, gas y agua. La mayoría de ellas cuentan con sistemas de recogida de agua de lluvia y otras fuentes de energía ecológicas. También ahorran mucho tiempo de limpieza, un dato para nada superfluo.
Además, pueden marcar también una diferencia en materia social. En Estados Unidos se están poniendo en marcha proyectos para la creación de comunidades de tiny houses para personas sin techo. Y es que estas casas son tan fáciles de construir que podrías hacerlo tú misma (hay planos gratuitos en Internet).
