Dani Mathers se ha visto atacada vía redes sociales a raíz de publicar una imagen en Snapchat burlándose del cuerpo de otra mujer en el gimnasio. Por supuesto, las reacciones no han tardado en aparecer, posicionándose en contra de la modelo y atacándola para que abandonara el gimnasio.
El culto al cuerpo
Cada vez más se está aceptando en la sociedad la idea de que el cuerpo de cada persona es bello tal y como es. Pero esta forma de pensar no parece no haber contagiado a Dani Mathers, modelo de Playboy, quien compartió una fotografía de una compañera de su gimnasio, la cual acababa de salir de la ducha. La mujer, a la que afortunadamente no se le podía identificar por no mostrar su rostro, aparecía totalmente desnuda. “Si yo no puedo dejar de verlo, vosotros tampoco”, escribió la modelo junto a la fotografía en tono burlesco.
Pero la historia no acabó ahí. Los internautas no tardaron en mostrar su indignación ante tal comportamiento y todos se posicionaron en su contra. Pronto se vieron aflorar cientos de peticiones en las que pedían que se juzgara a la modelo por atentar contra la intimidad de esa mujer y, por supuesto, la expulsión inmediata del gimnasio.
Una vez se dio cuenta de que, lejos de hacer gracia, todas las redes sociales la rechazaban por su deplorable acción, Dani Mathers decidió avisar a su agente y enviar un comunicado a través de él pidiendo disculpas. “Me he equivocado por completo. Amo el cuerpo de las mujeres y por eso me dedico a lo que me dedico. Esa foto fue un error y se la iba a mandar a una amiga, pero se ha publicado en Snapchat para todos mis seguidores. Soy nueva utilizando la aplicación. No me di cuenta de que la había publicado, y fue un grave error”.
El supuesto malentendido no calmó a los furiosos internautas, y es que la atentatoria contra la intimidad y la humillación hacia aquella chica eran indiscutibles. La modelo no tuvo más remedio que cerrar todas sus redes sociales si es que quería huir de los continuos mensajes de desaprobación y críticas hacia su persona, muchas de ellas reprochándole que su cuerpo no era mejor que el de cualquier otra chica.
El gimnasio se enteró del escándalo a las pocas horas y, por supuesto, expulsó a la modelo. Además, la policía se encuentra investigando el caso al suponer un delito contra la intimidad. Desde luego, está claro que el futuro es aceptar que todos los cuerpos son bellos, y el castigo para aquellas personas que se burlen del resto por su aspecto físico va a ser muy caro.
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