Cuidar la alimentación de nuestro perro o gato es fundamental para garantizar su salud; por ello, es muy importante recurrir siempre a productos de confianza y de la máxima calidad. De igual manera, debemos recordar que cada perro o gato, en función de la raza, el tamaño, la actividad que desarrolla y la edad, tiene unas necesidades nutricionales diferentes, por lo que a la hora de seleccionar su alimentación –sobre todo si tenemos más de un perro en casa y de diferentes razas– debemos tener en cuenta las condiciones físicas de cada uno de ellos para un correcto aporte calórico y nutritivo.
Una dieta equilibrada es esencial para crecer, desarrollarse y mantenerse sano el mayor tiempo posible. Así, por ejemplo, la dieta de un animal joven conviene que sea más rica en proteínas y más energética que la de un perro adulto. Además, las proteínas deben ser de buena calidad y digestibles para asegurarnos de que el animal recibe el aporte suficiente de aminoácidos.
Para asegurarnos de que nuestra mascota recibe estos nutrientes esenciales, se han desarrollado diferentes tipos de croquetas. Pero no todas ellas son iguales. Forma, tamaño, dureza y ergonomía son los cuatro aspectos que se tienen en cuenta a la hora de desarrollar las croquetas más adecuadas para cada animal. Lógicamente, no mastica ni hace igual la digestión un perro de tamaño grande que uno pequeño; como tampoco es igual una mascota con la mandíbula grande que pequeña. Si le damos a un perro de raza pequeña, por ejemplo un teckel, unas croquetas grandes, puede hacerse daño al masticar o incluso puede llegar a rechazar el alimento por el esfuerzo que le supone ingerirlo. Por su parte, los gatos y perros muy chatos, como los persas o los boxers, tienen dificultad para introducir las croquetas en su boca, por lo que necesitan una forma especial. La dureza y textura también son esenciales en los animales de más edad, cuya dentadura también se va volviendo más sensible.
Hay otro aspecto que no podemos olvidar, y es que, de hecho, los perros y los gatos también tienen sus preferencias a la hora de comer, para lo que se guían no solo por el olor y la textura de los alimentos, sino también por la forma y el tamaño. Es decir, entre dos alimentos, tras el olor, elegirá aquel que pueda masticar mejor. Por eso es importante tener en cuenta el tamaño de las croquetas, y es que esta forma de presentar el alimento básico para nuestros peludos amigos de cuatro patas, además de nutritiva y de aportar las proteínas de alta calidad que requiere para su bienestar, debe ser buena para su higiene y salud bucal.
Por otra parte, la conservación de los alimentos también es importante para que le resulten apetecibles, ya que de lo contrario pueden perder parte de sus propiedades, principalmente el olor. También pueden perder la textura adecuada, por ejemplo por la humedad alta, con lo que puede suceder que el perro o gato no muestre interés por él cuando se acerca al plato.
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Unos sencillos consejos para que nuestra mascota acuda al plato de la comida mucho más contenta, al tiempo que cuidamos la alimentación de los que, una vez en casa, se convierten en nuestros mejores amigos de cuatro patas.
