Seguro que te suena la historia de Kentaro. El lince viajero que se ganó este apelativo por haber llegado a recorrer más de 3.000 kilómetros entre España y Portugal en los últimos dos años y que ha sido encontrado muerto este fin de semana en una autovía en Maia, al norte de Oporto, en Portugal. Desgraciadamente, un atropello ha acabado con su vida, al igual que ocurre con otros animales similares a él.
3.000 kilómetros entre España y Portugal le valieron el mote del lince viajero. Allá donde iba se ganaba el cariño de toda la gente. Tras ser criado en el Centro de Cría en Cautividad de Silves (Portugal) y liberado en los Montes de Toledo, llegó a visitar varias provincias de Castilla y León, para pasar por La Rioja y Soria, y así para dirigirse a Galicia y Portugal. Ahí es donde un atropello ha acabado con su vida.
El viaje de #Kentaro ha concluido. Ha sido atropellado en Portugal. Aquí podéis ver parte de su increíble viaje. https://t.co/TVQtDkT2m0 🙁
— rutinasvarias.com (@RutinasVarias) 19 de octubre de 2016
Pero lo de Kentaro no era solo la vida de un aventurero, había logrado aportar valiosa información gracias a los datos de posicionamiento obtenidos de su collar GPS y al trabajo de seguimiento que habían realizado el personal de la Consejería de Agricultura, de la empresa Fomecam y de los agentes medioambientales.
13 linces muertos
Kentaro se convierte en el décimo tercer lince que fallece atropellado en la península ibérica durante este año, una lacra que persigue a todos nuestros animales y es que el lince está entre los animales más amenazado del mundo, como demuestran las campañas de WFF.
Los responsables del proyecto Life+Iberlince habían perdido su puesta debido a que el collar que portaba se había quedado sin batería. Un coche puso fin a su vida. Noticias como ésta o la del maltrato animal, son las que nos hacen pensar que los animales son otros. DEP.
