A todos nos ha pasado alguna vez, tenemos sofás viejos y feos que no pegan nada con el aire que queremos dar a nuestra casa. Pues bien, la solución no es tirarlos y comprar unos nuevos. Existen infinidad de ideas para restaurar un viejo sofá, capaces de convertir un mueble obsoleto en algo súper estiloso y bonito que será la envidia de todas tus visitas.
Algunos tips para restaurar tu viejo sofá
Tapizado
El problema más usual que encontramos en los sofás viejos, son estampados pasados de moda, feos y que no conjuntan en absoluto con el resto de los muebles o la decoración de nuestra casa. La solución es cambiarlos, no hace falta que lleves el sofá a un tapicero si no quieres gastar mucho dinero, puedes comprarle una bonita funda que cubra todo el sofá. Hoy en día existe un gran abanico de fundas que quedan perfectamente y no dan ni tan siquiera la impresión de ser fundas. Además de que en la mayoría de tiendas dedicadas a la confección, pueden ofrecértelas a medida. Si el tapizado aunque antiguo es bonito o ya ha llegado a ser vintage, otra de las opciones es desmontar la tela de los asientos y respaldos y meterla en la lavadora, una vez tengas estas partes limpias, si existen partes que no puedes desmontar, puedes lavarlas con un paño húmedo y bicarbonato quedarán como nuevas y con los colores radiantes.
Madera
La mayoría de sofás antiguos tienen partes de madera como los reposabrazos que tienden a deteriorarse con el tiempo y hace muy feo el conjunto del sofá. Si has decidido dejar la tapicería original y no colocar ninguna funda, es posible que el estado de esta madera estropee la composición general del sofá. Para devolverle su brillo y estado original tienes tres opciones puedes pintar de algún color más oscuro y brillante, puedes aplicar una o varias capas de barniz sobre la superficie a tratar o dar varias pasadas de vinagre con una brocha durante un par de días. Además de esto también puedes dar juego combinando el sofá con un par de cojines modernos que puedes hacer tú misma a mano y que vayan acorde con el resto de muebles y la decoración de tu sala de estar. En cualquiera de los casos, estas partes volverán a su esplendor original.
No hay sofás viejos, si hay buen gusto
Independientemente del sofá que tengas, lo más importante es la combinación de colores que elijas para restaurarlo y ponerlo en armonía con el resto del piso. Muchas veces, con pocos detalles, podemos conseguir ambientes totalmente distintos e innovadores. Así que ya sabes, despierta tu lado artista y no compres muebles nuevos.
