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Gran Hermano 14: Susana, ganadora de los 300.000€. La gala final de esta edición de Gran Hermano fue tan emocionante como todas las anteriores, y es que tanto los concursantes, ex concursantes, y público en general, se vistieron de largo para escuchar el nombre del ganador, que a pesar de todas las expectativas resultó ser Susana, dejando a Igor con cara de decepción en un segundo puesto. La ganadora más joven de todas las ediciones del reality con un 52,8% de los votos, que dejó a toda la audiencia con un buen sabor de boca cuando salió y exclamó: “Yo sé que me lo merezco”.
Esta edición de Gran Hermano ha estado cargada de buenos y malos momentos, risas y discusiones, amor y desamor, alegrías y llantos, prácticamente como todas las anteriores, pero cada final del reality es especial, y una buena parte a causa de los nervios por saber quién será el ganador.
La final de este año también ha estado cargada de tensión, tanto entre los cuatro finalistas como entre sus familiares, ex compañeros y audiencia en general, y el protagonista de tanta tensión era Igor, que se ha ganado muchos enemigos desde que regresó a la casa en la repesca, y sobre todo tras ganar la batalla contra Sonia, además de los gemelos Montoya y Kristian.
La canaria protagonizó el primer y único abandono del plató cuando Mercedes Milá la llamó “cara de vinagre”, harta de su trato hacia ella, durante la espera de la llegada de Raky al plató, que quedó en un cuarto puesto, y cuando se abrieron las puertas la madrileña se encontró con los dos hombres de su vida, José, su novio, y Juan Carlos, con el que ni corta ni perezosa afirmó que sí hubiese pasado algo más, si él se hubiera lanzado.
Desirée fue el segundo nombre que pudimos escuchar, quedando en tercer lugar, y a su llegada a plató tuvo palabras para todos, incluidos los gemelos e Igor, tras lo que le pidió perdón a su madre por algunas afirmaciones, pero cuando escuchó que la ganadora era Susana, aseguró estar feliz sólo porque el vasco no se hubiera llevado el premio.
Cuando llegó Igor abrazó a su mujer Ainara, con la que finalmente no pudo casarse dentro de la casa, y acto seguido a Argi, que reapareció tan cansina como siempre, pero no habló de su expulsión por su comentario a favor de ETA.
Susana, como todos los ganadores, tuvo el gran privilegio de disfrutar unos minutos de la casa a solas, y más tarde llegó al plató recibiendo a Gonzalo con un beso mientras Carlos le cogía en brazos, y recogió orgullosa el maletín con los 300.000€ de la mano de Pepe ‘el bailarín’.
Una edición breve pero intensa, que finalmente dejó a todos con un buen sabor de boca.
