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Gran Hermano 14: Sonia da consejos y se lleva sorpresas desagradables. La canaria ha sido una de las grandes protagonistas de esta semana, y es que además de haber sufrido varios altibajos en su relación con Kristian, se ha convertido en una especie de oráculo para todos y cada uno de sus compañeros, que no dudan en ir a contarle sus problemas a la ‘mamá’ para que les de algún consejo, y por si fuera poco, también ha tenido que escuchar algunas palabras que le han dolido, provenientes de los gritos de fuera, los que según Argi, podrían ser de sus amigas, y que están trastocando demasiado a todos.
Esta última semana se ha convertido en una verdadera odisea para Sonia, y es que a la odontóloga le ha pasado de todo, tanto con Kristian, sus compañeros y la gente que grita desde fuera de la casa de Guadalix, pero vayamos por partes.
El pasado martes, durante la fiesta parisina, que pretendía ser una celebración repleta de buenos momentos entre música romántica, poemas, flores y hasta una torre Eiffel improvisada, para la canaria se convirtió en un suplicio, ya que Kristian no se acercó a hablar con ella en ningún momento, y al final consiguió que se hartara de su actitud, y terminara llorando.
A pesar de todo, parece que durante el fin de semana, y tras su crisis más larga, los ‘pelochos’ han vuelto a las andadas, y ya aprovechan la mínima oportunidad para comerse a besos bajo la manta o el edredón.
Sonia además, se ha ganado el título de ‘mamá’, y es que siempre tiene algún consejo que darle a cada uno con sus problemas, como a Gonzalo, que desde que rompió su romance con Susana, se está volviendo literalmente loco por reconquistarle de nuevo, y parece que la extremeña se le resiste, siguiendo los consejos de su madre.
Al ir a pedirle su opinión a Sonia, ésta le ha dicho: «Espabílate y dale caña y que se espabile ella si quiere algo. Tú ya has hecho tu parte. Un tío tierno como tú me vuelve loca, pero dame juego, pónmelo chungo. Si no, no me divierte».
También ha hecho lo propio con Anabel, quien en un principio aseguró que no le importaba integrarse con el resto de la casa, pero que finalmente decidió que ‘el oráculo’ le ayudara a hacerlo.
Por si fuera poco su comedura constante de cabeza con Kristian, y tener que escuchar los problemas de todos, la canaria también ha tenido que escuchar cosas como “¡Sonia falsa!” provenientes de los gritos del otro lado de las paredes, por los que terminó llorando desconsoladamente, pagándolo con Susana: “Cuando lo del pacto, hablé con Argi y ella se disculpó, me dijo que no me había nominado más… pero Susana nada de eso, me quedó una sensación muy diferente”.
Más tarde se volvió a oír: «¡Anabel, lávate. Sonia a la calle. Argi, ganadora!», y según afirmó la vasca, podrían provenir de sus amigas.
Sean conocidos o no, esos gritos han conseguido desestabilizarles enormemente, ya que seguramente a sus autores, no les haría ninguna gracia que fueran a su casa a gritar tonterías de ese tipo, pero el concurso continúa, y esta misma noche conoceremos quién será el siguiente expulsado, los gemelos, Anabel, Desi o Yessica. Se aceptan apuestas.
