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Gran Hermano 14: Argi se encuentra sola entre romanticismo. La estudiante de arquitectura se ha dado cuenta que dentro de la casa no tiene a nadie en quien confiar plenamente, y es que es la única que lleva en la casa desde el principio, que está nominada esta semana, lo que ha provocado su tristeza, ya que ninguno de sus compañeros ha querido llegar con ella a la final. Las parejitas por otro lado, siguen protagonizando escenas de celos y discusiones, para más tarde reconciliarse, prácticamente a diario, y los últimos en hacerlo han sido Susana y Gonzalo, por un triste arroz con leche.
Durante las últimas nominaciones, el súper pidió a los concursantes que nombraran a las dos personas más importantes para ellos dentro de la casa, es decir, que nominaran en positivo, y Argi tan sólo fue nombrada por su inseparable Susana, por lo que salió nominada junto a otros cuatro ‘nuevos’, algo que la entristeció.
La vasca decidió desahogarse en el confesionario al día siguiente: «Me están intentando echar», añadiendo: «Soy la única de los que estamos desde el principio que estoy nominada, mira que soy pringada. Sé que no soy súper amiga de nadie”, dijo sin intentar ocultar su tristeza.
Por otra parte, la falta de comida está siendo uno de los grandes problemas de los concursantes, ya que tras haber perdido las dos últimas pruebas, su despensa está bajo mínimos, por lo que la organización decidió que si limpiaban, les obsequiarían con un suculento menú de fritos, pollo, patatas, ensalada y postres, el motivo de la última discusión entre Susana y Gonzalo.
El sevillano le prometió su arroz con leche a la extremeña, pero en el último momento decidió cambiárselo a Kristian por su copa de chocolate, algo que no lo sentó demasiado bien: “Estoy cabreada, no es broma. Yo nunca cambio mi comida para que tú comas más. Me decepciona”.
Más tarde a solas, Susana le confesó: “Me has tocado donde más de duele. He visto ciertas cosas que contigo no voy a tener. No eres protector, no me he sentido cuidada como en plan pareja”, pero finalmente sucumbió a los encantos del gemelo, y terminaron besándose en la cama, algo que no habíamos vuelto a ver desde que se hartó de él hace unas semanas.
Sonia por otro lado, ha encontrado en Álvaro, que llegó el pasado lunes tras la salida de Adrián, un confidente, al que le confesó: «No sé lo que le han hecho a él, pero está temeroso totalmente. Cuando estemos fuera a mí me encantaría estar con él. Lo bueno después de vivir aquí es que ya está todo visto y ya no me da miedo la convivencia», además de hablarle de su promesa de celibato: “Kristian lo lleva peor, si me dan un cuarto sin audio y sin cámaras me lo pensaría. Ese momento es tan nuestro que ese aspecto de mi vida no lo quiero mostrar aquí”.
No sabemos si finalmente la canaria decidirá romper su promesa, pero está claro que ganas, tiene.