Vivimos en un mundo maravilloso, pero desafortunadamente nos topamos a diario con barreras discriminatorias que nos impiden llegar a ser completamente felices y que, por supuesto, debemos romper. Entre ellas la discriminación por sobrepeso o gordofobia. Las mujeres somos una de las que más sufrimos por el machismo y la violencia de género, pero además también contamos con la presión a la que se nos somete por la creencia de que debemos tener un cuerpo perfecto para ser más importantes. Precisamente de esta línea surge una nueva barrera: la gordofobia. Te contamos qué es la discriminación por sobrepeso.
¿Qué es la gordofobia?
Se denomina gordofobia a la discriminación que reciben aquellas personas que cuentan con un peso mayor al canon de belleza aceptado en una sociedad. Las afectadas suelen estar expuestas a burlas permanentes y un trato discriminatorio que puede llegar a entorpecer el desarrollo de su vida normal, como puede ser acceder a un puesto de trabajo.
¿Qué piensan los gordofóbicos?
Las personas con gordofobia o gordofóbicos se rigen por los prejuicios ante este tipo de personas. Por lo general, son personas que prefieren adaptarse a las ideas ya aceptadas socialmente porque la forma de relacionarse es más sencilla y cómoda. Quienes discriminan al resto por razones de talla lo hacen porque tienen presentes las siguientes ideas preconcebidas.
- La gordura es fea.
Esto viene determinado por el canon de belleza. Normalmente las personas que no soportan a quienes tienen unos kilos de más suelen estar muy aferrados a la moda o a lo socialmente establecido, que en este caso es contar con un cuerpo delgado. Por supuesto, ellos mismos tienen una presión sobre su propio físico. - Los gordos comen demasiado.
Los gordofóbicos piensan directamente que las personas únicamente engordamos por comer demasiado o por optar por alimentos fritos y de baja calidad, sin pararse a pensar que el motivo puede ser la constitución corporal. - Engordan porque no hacen deporte.
Ya hemos dicho que no todo depende de lo que se coma y, por supuesto, tampoco del ejercicio que se haga. La constitución y los genes marcan el cuerpo de una persona, por lo que es muy probable que sí hagamos deporte y estemos en plena forma pero que, sin embargo, no adelgacemos de la misma forma que el resto.
Problemas de la discriminación por sobrepeso
- Problemas laborales.
Muchas mujeres son citadas a entrevistas tras visualizar su larga formación y experiencia, pero una vez que entran por la puerta del despacho parecen perder todo tipo de oportunidades. Y es que, ¿qué importa el físico en el puesto de trabajo si lo importante son los conocimientos? Esto no es más que una muestra del machismo predominante en nuestra sociedad. - Problemas sentimentales.
Algunos hombres están de acuerdo con que las mujeres puedan tener algunos kilos de más, pero el problema está cuando lo dicen únicamente por quedar bien. Nos referimos a esas relaciones en la que todo es maravilloso hasta que comienza a lanzar mensajes tales como “deberías dejar de comer tanto” o “tendrías que hacer ejercicio”, olvidando que hace unos meses dijeron que les parecíamos perfectas. - Problemas con amistades.
No solo tenemos problemas con el trabajo y con la pareja, sino que nuestros propios amigos pueden tener a su vez conocidos gordofóbicos que hablen mal de nosotras a nuestras espaldas e incluso se burlen ante ellos.
Recomendaciones para vencer la gordofobia
El mejor consejo que podemos darte ante un problema tan grave como es la gordofobia es que te quieras tal y como eres. No decimos con esto que te conformes y no quieras mejorar tu aspecto, pero debes entender que obsesionarte en conseguir el cuerpo de otra persona únicamente reducirá tu autoestima y la confianza en ti misma. Pero esto no te ocurre solo a ti porque tengas unos kilos de más, sino que muchas mujeres delgadas cuentan con el mismo problema. Todas las mujeres deberíamos aprender que nuestro cuerpo es perfecto tal y como es simplemente porque es único y nadie más puede tenerlo más que tú.
Una vez asimilado esto, nuestro siguiente consejo es que te cuides. Pensar en ti va a ser lo mejor que puedas hacer en cualquier momento de tu vida. Te animamos a que hagas deporte para mantenerte en forma y que adoptes una dieta saludable para sentirte mejor. Por supuesto, si te gustaría bajar unos kilitos por salud o por decisión propia, simplemente tendrías que acudir a un dietista que te aconsejará cuál es el mejor método pero, repetimos, no es un imperativo.
Aunque todavía queda mucho por hacer para reeducar a la sociedad, no debemos rendirnos ni escondernos ante este tipo de personajes. Al final conseguiremos convertir la sociedad en un lugar más agradable donde vivir.