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Digan lo que digan, el aire acondicionado no es imprescindible para descansar bien en verano, y es que además de las ventajas conocidas por todos, también presenta una serie de desventajas que pueden incidir directamente en nuestra salud. Así pues, te damos unos consejos para dormir fresca sin aire acondicionado. ¡Descansarás estupendamente!
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No hagas ejercicio antes de dormir
La mejor hora para hacer ejercicio es por la mañana, y la peor por la noche. Practicando algún deporte poco rato antes de dormir aumentará nuestra temperatura corporal y nos hará insufrible dormir. La mejor opción es realizar ejercicios de respiración y relajación.
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Refresca la habitación
Hay muchos trucos para mantener tu habitación fresca sin utilizar el aire acondicionado, como por ejemplo pulverizando las cortinas, bajando las persianas o fregando el suelo con agua fría antes de dormir.
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Cena ligero
No sólo debes evitar cenar platos que aporten demasiadas calorías y nos hagan sudar, sino que también debes tener en cuenta que no se sirvan en caliente. Por ejemplo, una sopa contiene pocas calorías, pero nos dará mucho más calor que si cenamos una ensalada o un refrescante gazpacho.
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Dúchate con agua templada
Si te duchas con agua fría, tu cuerpo se acostumbrará a esa temperatura y comenzará a sentir el indeseable calor. Dúchate con agua templada para que al salir sientas ese fresquito tan agradable en el resto de la casa.
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Duerme desnuda
Cuanta menos ropa llevemos puesta, más fresquitas dormiremos. En caso de que vivas con otras personas y te dé reparo, puedes optar por dormir en ropa interior. Sin embargo, la mejor opción es dormir desnuda, ya que presenta muchos beneficios saludables, especialmente si vives en pareja.
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Duerme con un pijama dos tallas más grande
Si eres de las que no puede dormir desnuda, lo más recomendamos es que el pijama que utilices te quede holgado y no te apriete por ningún lado. Además es importante que sea de tejidos frescos como el algodón y no cuenten con elementos que puedan darte calor, como algún adorno de tejidos sintéticos o gomas demasiado pegadas. [/multipage]
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Duerme sola
Aunque no es una idea muy romántica, dormir sola te permitirá dormir mejor en verano. Cuando dormimos con nuestra pareja el calor corporal de ambos aumenta, por lo que ambos pasaremos mucho más calor.
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Utiliza sábanas de algodón
Viste tu cama con sábanas de tejidos de fibras 100% naturales, como pueden ser el algodón o el lino, ya que transpiran mejor que las de poliéster, por lo que la sensación que ofrecen al dormir es mucho más fresca. Algunas personas deciden meter las sábanas en una bolsa en el congelador unas horas antes de irse a dormir para que estén frescas, aunque es posible que el impacto en la piel sea demasiado fuerte. Es cuestión de probarlo. [/multipage]
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Cierra las persianas de día y abre las ventanas de noche
En las horas de mayor calor trata de mantener las persianas bajadas y las ventanas cerradas para que el calor no penetre en tu casa. Por la noche abre las ventanas y las puertas de la casa para que el aire fresco penetre y generes corriente. A primera hora de la mañana, justo antes de que comience el calor fuerte, es el mejor momento de volver a cerrar ventanas y bajar las persianas. Así conseguirás que tu casa conserve un poco más de tiempo la brisa fresca de las primeras horas del día.
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Mantén frescos tus pies
Si en invierno mantener calientes los pies es fundamental para no pasar frío, en verano los pies necesitan estar frescos para que la sensación térmica de calor disminuya. Lávalos con agua fría o helada antes de irte a acostar y no tapes lo pies con las sábanas para asegurarte de que se mantienen frescos toda la noche. [/multipage]
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Baja tus pulsaciones antes de dormir
La mejor manera de pasar una noche fresquita de sueño es relajarse antes de dormir e incidir en bajar nuestras pulsaciones para que el cuerpo no genere calor. Una manera de reducir el pulso es aplicar frío en nuca, codos, tobillos, muñecas y detrás de las rodillas. Puedes lavar estas zonas con agua fría antes de irte a dormir o usar unas bolsas de gel en frío recién sacadas del congelador.[/multipage]
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Duerme sin sed
El agua es el mecanismo natural con el que nuestro cuerpo elimina el exceso de calor. Si nos acostamos con sed, contribuiremos a pasar una noche agobiante de calor. Para evitarlo, bebe un vaso de agua antes de dormir y ten a mano un poco de agua en la mesita de noche por si te despiertas con un ataque de sed (¡y de calor!). [/multipage]
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No uses aparatos electrónicos en la cama
Si usas el portátil, la tablet o el móvil en la cama antes de dormir, estarás generando calor en el ambiente, así que lo mejor es mantener los aparatos electrónicos lejos de la cama. Si harás caso omiso porque adoras ver una película antes de dormir, al menos aleja la pantalla lo más posible de la cama. [/multipage]
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Pon hielo antes del ventilador
Para los días en que el calor es tan intenso que con el ventilador sólo sientes que te llega una brisa caliente insoportable, pon un bloque de hielo delante del ventilador, cuanto más grande mejor, para que toda la noche sientas una brisa fresca que llega hacia tu cama. Por cierto, recuerda que debes poner algún tipo de recipiente para evitar el derramamiento de agua, principalmente sobre el ventilador, pues puedes generar un cortocircuito. [/multipage]