Vas a comer en un restaurante y no sabes qué vino tomar. Te toca elegir a ti y te sumerges en una carta que te parece infinita, con marcas desconocidas y variedades de uvas que nunca antes has oído nombrar. Tranquila, lee estos consejos para reducir el estrés en la elección de un vino.
Qué vas a comer
Lo primero de todo es saber cuál va a ser tu menú. Así que primero has de elegir la comida y después el vino. Si sabes el tipo de vino que te suele gustar, debes comprobar que combine bien con tu plato. Si vas a pedir solo uno vino, mejor que armonice bien con el plato principal.
Piensa siempre que los platos de tonalidades claras y suaves suelen funcionar bien con los vinos blancos, afrutados y jóvenes, mientras que los platos más oscuros y contundentes van mejor con un tinto. Los espumosos y rosados a menudo combinan fenomenal con los aperitivos.
Por otra parte, si estás en zona de producción vinícola, no dudes en pedir un vino local. Es muy probable que en el restaurante sean buenos conocedores de sus productos y puedan ayudarte a elegir.
Cuál es tu horquilla de precio
¿Te gustan más los tintos jóvenes o los que tienen crianza en barricas por muchos meses? Si eres más de blancos, ¿te gustan ligeros o con más cuerpo, dulces o secos? Es importante que entrenes tu gusto y olfato para ir seleccionando tus vinos favoritos para que, cuando llegue el momento, tengas más herramientas y criterios para poder escoger el más adecuado para ti y para tu comida.
El tipo de vino muchas veces determina el precio. En él influyen múltiples factores, desde la viticultura hasta la estrategia de marca y posicionamiento. No te dejes deslumbrar por vinos excesivamente caros. Hay vinos excelentes por menos de diez euros, de bodegas pequeñas o medianas capaces de sacar productos muy interesantes y dignos de ser probados.
Déjate sorprender y asesorar por el sumiller
No dudes en pedir consejo al sumiller del restaurante. Esta persona hace siempre de enlace entre el restaurante y el comensal y está para prestar ayuda a quien quiera conocer detalles que determinen la elección de un vino. Podrás preguntarle características concretas de ese vino para saber si encaja con tus gustos: su tanicidad, astringencia, aromaticidad, acidez, juventud… y un sinfín de elementos que pueden ser decisivos.
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