Cómo ahorrar gasolina conduciendo con cabeza. Es evidente que a pesar de que los fabricantes de vehículos lancen productos cada vez más eficientes, que consumen menos combustible, el precio de la gasolina o el diesel sigue creciendo, al menos en nuestro territorio. Hoy os acercamos una serie de consejos para que aprendamos a ahorrar combustible a partir de una conducción sensata, una serie de trucos que nos permitirán comprobar que con pocos cambios, se puede ahorrar una cantidad considerable de combustible y sobre todo de dinero. A veces, los malos hábitos al volante, o nuestro propio ritmo de vida son los mayores factores que provocan un consumo de combustible superior a lo que necesitamos.
La mayoría de consejos se centran en el uso de transporte público por encima de los vehículos particulares, pero nosotros descartamos esta opción, debido a que nos centramos en el caso de que no sea aplicable. Muchas veces no es posible acompañar a nuestros hijos al colegio con el autobús, o ir a trabajar con él. A partir de aquí, tienes a disposición una serie de pequeños gestos que te ayudarán a gastar la cantidad justa y necesaria de combustible.
No importa que uses un coche de gasolina o diesel, incluso algunos de los consejos que te ofrecemos a continuación, te sirven si tu vehículo habitual es una motocicleta.
Evitar reanudaciones de marcha bruscas
Quizá este consejo iría dirigido más hacia el público masculino, ya que el instinto competitivo de los hombres a la hora de subirnos a un coche, hace inevitable que queramos salir los primeros en cada uno de los semáforos. Pero en general, esta acción además de ser bastante inútil y peligrosa hace que se derroche una cantidad innecesaria de combustible.
Lo ideal es pisar gradualmente el acelerador, al mismo tiempo que desembragamos sin ningún tipo de prisa. Tanto el coche como nuestro bolsillo, notarán este cambio de actitud.
Una velocidad adecuada
La velocidad adecuada la solemos confundir con la velocidad máxima permitida en vía, que o bien mantenemos éste límite o bien lo superamos ligeramente para que no salte el radar. Lo mejor en todo caso es mantener un ritmo de marcha más bien tranquilo, que nos permita reaccionar a cualquier tipo de sorpresa a la carretera, con total previsión.
No sólo conseguiremos conducir de forma más segura, sino que una velocidad moderada consigue un ahorro de combustible considerable. Si esto lo acompañamos de unos apropiados cambios de marchas, nuestro vehículo nos lo agradecerá.
El combustible también pesa
Siempre se nos ha dicho que no es aconsejable llegar al extremo de que se encienda la luz de reserva de nuestro vehículo, ya que a lo largo del tiempo, se van acumulando impurezas en el propio depósito, que se dipositan al fondo. Pero también es malo repostar hasta que el combustible empiece a derramarse.
Si nuestro vehículo tiene un depósito con una capacidad de 50 litros, y poniendo que un litro de gasolina sin plomo tiene una densidad de 0.76 g/cm3, a la hora de llenar el depósito, estaremos incrementando el peso total del vehículo en 38 kg. Quizá no sea una cifra significativa, pero ¿no es mejor circular con 10 kg menos?
No es necesario que llenemos el depósito siempre que repostemos, y es recomendable invertir siempre la misma cantidad, 20, 30, 40 euros, etc. no importa, simplemente con el fin de evitar acumular mucho peso.
No aprietes en autovía o autopista
Actualmente los límites establecidos en las vías más rápidas de nuestro territorio son de 120 km/h. Esto nos hace pensar que podemos circular a 130 km/h sin la necesidad de recibir una multa a casa, y con la sensación de que llegamos más rápido a nuestro destino.
Un ejemplo claro es que si nos disponemos a recorrer una distancia de 100 km a una velocidad de 100 km/h, tardaremos una hora en llegar a nuestro destino. Si circulamos a 120 km/h, llegaremos en 50 minutos, y si recorremos la misma distancia a 130 km/h, el tiempo será de 47 minutos. Sin embargo, el consumo de combustible se dispara. No vale la pena acelerar más de la cuenta.
Además, debemos tener en cuenta que los peajes, semáforos y otros elementos hacen que este tiempo se vea todavía más ajustado. ¿Cuántas veces hemos adelantado una y otra vez al mismo vehículo en autopista, simplemente porque siempre consigue pasar por el carril de peaje más rápido?
Si lo que ha pasado es que nos hemos dormido para ir a trabajar, en lugar de intentar recuperar tiempo en carretera, lo que debemos hacer es avisar a nuestro jefe y evitar así un mayor gasto de combustible y sobre todo, disminuir el riesgo de accidente.
El aire acondicionado de forma moderada
En ocasiones debemos usar el aire acondicionado en nuestro vehículo, y no tenemos que privarnos de él ya que en primer lugar, lo hemos pagado. Simplemente, debemos evitar en la medida de lo posible usarlo para conseguir una temperatura muy fría en el habitáculo.
Como mayor sea la diferencia de temperatura entre el exterior del vehículo y el propio habitáculo, más deberá trabajar el sistema para conseguir contentarnos, y más combustible consumirá.
En el caso de las ventanas bajadas, lo ideal es no circular en este modo si alcanzamos los 70 km/h ya que va en contra de la aerodinámica y la fricción, provocando un incremento del consumo de combustible.
Un mantenimiento básico
Otros aspectos más técnicos que ayudan a ahorrar combustible son el hecho de hacer un buen mantenimiento de los neumáticos, evitar aparcar dejando las ruedas giradas, y asegurarnos que no hay ningún problema con cualquiera de los elementos mecánicos de nuestro vehículo.
Con esta serie de consejos, sólo nos queda subirnos a nuestros Fiat 500 y disfrutarlo como nunca, ahorrando combustible como nuestra primera prioridad, y nuestro bolsillo lo notará.