¿No crees que sería fantástico poder descansar en la oficina? Cuando estamos a mitad de una de nuestras largas jornadas laborales muchas fantaseamos con echar una cabezadita. Pero este sueño puede hacerse realidad gracias a los resultados de un estudio sobre la siesta. Descubre por qué afirma la ciencia que la siesta en el trabajo debería ser un derecho fundamental.
La siesta: un derecho fundamental
El descanso de la siesta es una de las costumbres españolas más saludables que existen pero, desgraciadamente, no se ha extendido a muchos otros países. No obstante, pronto podremos ver el auge de la siesta en todo el mundo gracias a los hallazgos de una investigación reciente.
El estudio realizado por el doctor Damien Léger del Centro de Investigaciones del Sueño de París ha determinado que la siesta debería convertirse en un derecho más de cualquier trabajador, especialmente para aquellos que ocupan turnos nocturnos o que tienen una jornada laboral demasiado larga. El motivo es, efectivamente, la gran cantidad de beneficios que ofrece descansar unos minutos para la eficacia.
Beneficios de dormir la siesta en el trabajo
1. Mayor actividad tras el descanso
Trabajar durante muchas horas seguidas hace que el cerebro se estrese y agote, llegando a un punto en el que la productividad disminuye a niveles desorbitantes. Sin embargo, descansar durante unos minutos ayuda a que nuestro cerebro se relaje y, por lo tanto, cargue las pilas para trabajar al máximo durante el resto de la jornada.
2. Mejora el estado de ánimo
Está claro que a nadie le gusta sentirse cansado, por lo que el sueño excesivo fomenta la irritabilidad e impide trabajar en equipo correctamente. Una siesta es la solución perfecta para tomar energía y continuar con nuestra mejor sonrisa.
3. Mejora de la creatividad
¿Sabías que los momentos de inspiración se dan cuando nuestra mente está relajada? En concreto, la creatividad surge en el momento que despertamos o justo antes de dormirnos, por lo que probablemente consigamos resolver el problema que tanto trabajo nos está llevando únicamente relajándonos y descansando.
4. Aumento de la eficacia
Con todo lo dicho anteriormente, es evidente que el ascenso de la productividad y la eficacia será más que notable y, con esto, también aumentará la satisfacción del trabajador y de los altos mandos por el trabajo bien hecho.
¿Cómo hacerlo?
Evidentemente, los altos mandos no verán factible el hecho de dejar que los empleados duerman todo el tiempo que quieran, y por supuesto no es en absoluto productivo. De hecho, lo recomendable es descansar 20 minutos exactamente, ya que al pasar este límite ocurre la denominada “embriaguez del sueño”, la cual en lugar de darnos vitalidad acaba por arrebatárnosla, disminuyendo la actividad.
Por último, lo ideal es que se acondicionen lugares especiales para que el personal pueda descansar. No obstante, lo más probable es que esta nueva tendencia comience por dejar descansar a los empleados en la mesa o en un sillón.