La figura de Bill Cosby se ha convertido en una de las más odiadas en las últimas semanas. Después de meses de acusaciones contra el actor que se hiciera tan conocido en España por su famoso programa de televisión, la publicación New York Magazine ha reunido a 35 de las supuestas víctimas, dando la palabra a estas mujeres que acusan a la estrella televisiva de haberlas drogado y agredido sexualmente a lo largo de los últimos años.
La portada de la revista es impactante. Allí aparecen 35 mujeres, cuyas edades oscilan entre los veintitantos y los 80 años e incluye tanto a actrices y supermodelos como Beverley Johnson y Janice Dickinson, como a camareras y periodistas. Todas ellas han decidido dar la cara y demostrar qué tipo de persona es Cosby, el rey de las comedias de televisión en los años 80.
Las mujeres aparecen sentadas en la misma postura, junto a una silla vacía que representa a otras que no han querido o podido hacer públicas sus acusaciones. Ya que se presume que ronda el medio centenar. También aparece una silla vacía, que ha dado cabilas a muchas historias. Pero creemos que sí está allí es para demostrar que cualquier mujer podría ser también la víctima o por aquellas que no han querido/podido dar la cara.
Sin apoyos
Lili Bernard, una de las actrices de «El show de Bill Cosby» le dijo a la revista: «A principios de los 90, cuando yo tenía veintitantos años, Bill Cosby era mi mentor. Se ganó mi plena confianza y entonces me drogó sin mi conocimiento». Cosby ha copado los titulares varias veces en el último mes, siendo lo más reciente la decisión de la prestigiosa institución Spelman College de eliminar su cátedra con el nombre de Bill Cosby en vista de las acusaciones.
No en vano, el comediante cada vez tiene menos apoyos públicos. La última persona en distanciarse de él fue la actriz Whoopi Goldberg, que han sido amigos, pero ahora ya no lo son.
Como puedes comprobar, Bill Cosby ha pasado de héroe a villano. Y lamentablemente, muchos de estos casos ya han prescrito, ya que muchas de las acusaciones se remontan a las décadas de los 70 y 80, demasiado tiempo atrás para los ojos de la ley. Una pena, aunque quizás con esta portada, sirva para mantener viva su acusación. Quizás con la llegada de una mujer a la Casa Blanca, como Hillary Clinton, estas leyes injustas cambiaran.