Modelos: cuanto más se parecen a nosotras, más compramos. Parece un comentario de lógica aplastante reconocer que cuando la modelo del anuncio es más similar a nosotras, más nos gusta comprar las prendas que lleva puesta. Pues resulta que ha tenido que venir el canadiense Ben Barry que dentro de la tesis doctoral desarrollada en la Universidad de Cambridge haya demostrado mediante encuestas a mujeres entre 14 y 65 años que esto es una verdad como un puño. ¿Será el fin de modelos súper delgadas en las portadas de revistas o en los catálogos de moda?
Hace unas semanas, varias ediciones de la revista por excelencia de moda, Vogue, anunciaba que a partir del mes de junio, no sacaría en sus páginas modelos menores de 16 años ni aquellas que estuvieran demasiado delgadas. Y si Vogue marca tendencias en moda, también puede ser el referente en este ámbito.
A esto se puede unir el auge de las modelos con curvas o de tallas grandes que están triunfando en pasarelas y sesiones de fotos en todo el mundo, como pueden ser Tara Lynn o Crystal Renn.
Además, resulta que estos movimientos se han visto apoyados con una tesis doctoral realizada por Ben Barry en la Universidad de Cambridge, que asegura que las mujeres nos sentimos más propensas a comprar si la modelo que nos presenta la ropa es más similar a nosotras.
Bajo el nombre “A Dream We Can Believe In: A Cross Cultural Analysis of Consumers’ Response to Models and Promotional Copy in Fashion Advertising”, este especialista en comportamiento femenino y dueño de una importante agencia de modelos en su país, además de columnista en Globe and Mail, el canadiense ha sentado las bases de su tesis.
Este estudio también ha estado financiado por una agencia de publicidad, marketing y relaciones públicas y se ha llevado a cabo entre 2.500 mujeres de edades comprendidas entre los 14 y los 65 años. Pero no solamente se tenía en cuenta la edad, sino también la talla que iba desde la 0 (que en Europa no es ni una 32) en adelante.
Las conclusiones se han sacado por tramos de edad, pero las más importantes destacan que las mujeres con una talla hasta la 40 veían incrementada su intención de compra en un 200% cuando la prenda la lucía una modelo de su misma constitución y edad. Pero en el caso de mujeres con una talla superior a la 40, esta intención de compra aumentaba hasta el 300%.
Para llevar a cabo este estudio, Barry mostró a las encuestadas varias fotos con modelos de distintas hechuras, pero todas con el mismo vestido puesto, el típico wrap dress de Diane Von Fustenberg. Al verlas, la mayoría de las encuestadas confirmó que se sentía más motivada a decidirse por este vestido, cuando se veía reflejada en la modelo que lo llevaba puesto.
No es que fuera más gorda o delgada que ella, sino que fisionómicamente se veía reflejada en ella, y cuando más alejada estaba de su estructura, menos dispuesta estaba a comprar el vestido.
Puede que gracias a este estudio las marcas de ropa empiecen a centrarse más en las mujeres reales para mostrar su creaciones, que si bien es cierto que nos encanta ver cómo lucen las top model sobre la pasarela o en unas cuidadas fotos, no lo solemos ver como algo real y que podamos alcanzar. Así que pueda que sea el fin de los retoques o de las mujeres hechas con programas informáticos, sobre todo el Photoshop, como pasó hace unos meses con H&M.